Cómo evitar la rivalidad entre hermanos

Si uno piensa en la rivalidad entre hermanos, lo primero de lo que se da cuenta es de la imagen agresiva en la que uno/a domina al otro/a e intenta imponerse a este/a. Como madres y padres, ¿qué solemos hacer? Tratar de mantener la distancia entre ellos y calmarles.

Por qué se produce esta rivalidad

La rivalidad no sólo se puede asimilar de forma racional, sino que es un sentimiento que está dentro del peque, sobre todo si se trata del hermano/a mayor. Esto puede estar provocado por inseguridad, desconcierto y desorientación. El/la hijo/a mayor piensa: si me porto bien, todos van a pensar que soy razonable y pronto ya no me harán caso. Por eso, a menudo actúan según el lema: mejor afecto negativo que ningún afecto.

La rivalidad es algo normal y en un principio significa que los/as hermanos/as mayores intentan coger para ellos el trozo más grande de la tarta, que, para ellos, es el afecto paternal. Hay momentos en los que estos sentimientos pueden convertirse en una pesadilla.

Cómo reducir la rivalidad entre hermanos/as

• Trata a cada hijo como un individuo, ayudándoles a entender que les tratas de diferente manera y que tienen diferentes privilegios y responsabilidades porque son personas diferentes.
• Respeta el espacio, juguetes, y tiempo de cada hijo, y también su deseo de estar solos o lejos de sus hermanos/as.
• Evita las comparaciones. Esto fomenta la competitividad.
• Cuando un nuevo peque llega a la familia, prepara al hermano mayor para su nuevo e importante rol.
• Ejerce de detective. Observa cuáles son los momentos de conflicto (antes de la cena, en el coche, antes de ir a dormir) y planea actividades separadas para cada uno de esos momentos.
• Fíjate en cómo tratas a cada uno de tus peques para ver en qué medida pudieras estar contribuyendo a la rivalidad.
• Ten expectativas realistas acerca de cómo tus hijos/as se deberían llevar, cooperar, compartir, y gustarse.
• Refuérzales positivamente cuando se lleven bien o cuando resuelvan sus propios conflictos.
• Haz que cada peque se sienta especial e importante.

Recuerda, las rivalidades entre hermanos/as son algo frecuente y completamente normal en familias con varios hijos/as. Ármate de paciencia.