Afecciones respiratorias en primavera
La primavera es una estación del año en la que se agravan las condiciones que afectan a la respiración. Si hay casos de asma y alergias en casa es importante que el médico de cabecera os enseñe a identificar cómo cambia la sintomatología cuando cambia el tiempo y qué hacer en cada caso.
Índice de contenidos
El asma se intensifica en estos meses.
Suele estar vinculado en muchos pacientes a la alergia al polen y en un 80% de los casos cursa con rinitis (inflamación de la mucosa nasal). Estos pacientes con asma intermitente suelen tener crisis en los momentos de mayor concentración de polen en el ambiente. En algunos casos va ligado a una floración y pólenes que se producen en, al menos, dos épocas del año.
La rinoconjuntivitis se caracterizan por el picor y escozor en los ojos y una rinitis que cursa con estornudos y mucosidad. Afecta a la calidad de vida de los pacientes y a su capacidad de descanso.
Cosas que puedes hacer para las alergias y el asma
Si tu hijo es asmático y conoces los alérgenos que lo provocan:
- Evita en la medida de lo posible el contacto con ellos. Se recomienda no pasear por el campo, sobre todo si hace viento.
- Ten cuenta que en los días soleados también hay más polen. En casos de rinoconjuntivitis, protégete con filtros solares y gafas.
- Si el asma se deriva de alérgenos asociados al pelo de animales como perros, gatos o cobayas; hay que saber que no es sólo el pelo lo que da alergia, sino las secreciones asociadas a éste que se depositan en la casa y que dan lugar a reacciones alérgicas fuertes. En estos casos es inevitable retirar las mascotas.
- Puedes emplear mascarillas faciales que eviten el contacto del polen y la contaminación con las vías aéreas.
Se puede seguir practicando deporte si se siguen las recomendaciones referentes al tratamiento.
Hay que tener en cuenta que son afecciones en las que los bronquios se estrechan como mecanismo de defensa ante unas condiciones externas agresivas como cambios bruscos de tiempo, ambientes cerrados con humo, contactos con aerosoles nocivos o presencia de alérgenos como el polen. Se produce entonces una reacción exagerada que lleva a una hiperreactividad bronquial y a la inflamación de las vías aéreas.
El tratamiento depende de las características de cada paciente y del estado de su enfermedad.
La terapia farmacológica fundamental se realiza mediante inhalación de medicamentos con corticoides y broncodilatadores que permiten la entrada de aire. En el caso del tratamiento mantenido se utilizan broncodilatadores de larga duración más corticoides y se emplean otros de acción rápida ante situaciones como correr, subir una cuesta o cuando se presentan silbidos. Cuando el asma se deriva de alergias al polen, el uso de inmunoterapia (vacunas) puede reducir los síntomas en personas sensibles a pocos alérgenos y que deben seguir, sin embargo, el tratamiento de mantenimiento.