Querida rutina: Beneficios de las rutinas en los niños
Este artículo trata de:
Querida rutina,
Después de un par de meses con mucho ajetreo, vacaciones, vueltas y vueltas a la conciliación, campamentos, abuelos, pueblos… Llega la vuelta a la normalidad, al trabajo, a la escuela, al cole… ¡A la rutina!
Los niños necesitan una rutina para sentirse seguros y tranquilos en su ambiente, ya que no solo establece horarios, sino hábitos repetitivos que ayudan a construir un equilibrio en su vida. La repetición de los actos cotidianos forma hábitos y la repetición de los hábitos forma virtudes.
Las rutinas son esenciales en la vida de los niños desde que son pequeños, porque les va a ayudar a forjar su personalidad: contribuye a su desarrollo como personas y a crecer como adultos emocionalmente sanos. Por ello, está claro que da beneficios tener rutinas.
“El secreto de tu futuro está escondido en tu rutina diaria”.
Mike Murdok
Índice de contenidos
Beneficios de las rutinas para los niños
Las rutinas, aunque a veces puedan parecer tediosas, tienen diversos beneficios para los más pequeños:
- Les aporta seguridad: Para los niños, lo nuevo y desconocido puede crear miedos e inseguridades. Por eso, saber lo que tienen que hacer en cada momento les aporta paz y tranquilidad.
- Serán personas más perseverantes y constantes: Los bebés, cuando nacen, no conocen el orden de las cosas; somos los adultos de referencia quienes les enseñamos a organizarlas mediante rutinas y horarios.
- Les ayuda a descubrir el mundo: Los rituales ayudan a asimilar su esquema interno, convirtiendo su mundo en un lugar seguro y predecible.
- Les permite una mejor organización: Así aprenden a asumir responsabilidades.
- Mejoran la convivencia familiar: Evitamos discusiones y luchas de poder en casa e, incluso, nos adelantamos a las rabietas.
- Les enseña valores. Por ejemplo, la cooperación o la solidaridad, ya que muchas de las cosas que hagamos, se pueden hacer todos juntos, como poner la mesa, lavarse los dientes o recoger los juguetes.
- Aprenden a valorar: Si un día esa rutina se salta, al niño le mostrará el valor de la vida y experimentará la emoción de sorpresa.
¿Por qué es importante establecer una rutina en casa?
Hay ciertos momentos clave del día a día de nuestros niños, en los que es importante establecer rutinas seguras, por ejemplo:
- Las rutinas del sueño
- El momento de las comidas
- La rutina del baño
Estos son los primeros hábitos que aprenden los más pequeños, aunque más adelante se unirán otros como:
- El vestirse
- La convivencia
- El orden
- La lectura
- El juego
- Momentos semanales en familia
La rutina da sensación de seguridad, da sentido del orden, favorece que el niño o la niña adquiera actitudes y comportamientos que le van a permitir adquirir destrezas y aprendizajes útiles para otras situaciones de su vida diaria.
La consolidación de una rutina diaria sana y saludable se consigue gracias a la repetición cada día a la misma hora. Además, los padres podemos aprovechar esta consolidación del hábito para fomentar su autonomía. Es decir, si cada noche nuestro hijo o hija se toma un vaso de leche antes de ir a dormir, podemos, poco a poco, hacer que coja lo necesario, se lo sirva y se lo tome. Primero con nuestra ayuda y al final conseguiremos que ellos mismos se lo preparen de forma autónoma y resolutiva.
El desarrollo de la autonomía personal a través de rutinas hace que se favorezca la autoestima de los niños, ya que, al realizarlas de forma independiente, se van a sentir capaces, valiosos y motivados.
Los malos hábitos durante la primera infancia afectan al adecuado crecimiento a todos los niveles: nivel afectivo, de desarrollo, emocional y social.
Esta primera infancia es la más importante para esa adquisición de hábitos y rutinas saludables que les durarán toda su vida.
¿Cómo lograr el éxito en el desarrollo de rutinas saludables?
- Debemos intentar seguir siempre el mismo orden de estos hábitos. Por ejemplo: cada día debemos lavarnos las manos, ayudar a poner la mesa, comer tranquilos y sin dispositivos, recoger la mesa, lavarnos los dientes y dormir la siesta.
- La constancia es fundamental. A veces es difícil por el ritmo de vida que llevamos, pero debemos tener en cuenta los ritmos y necesidades de nuestros hijos.
- Dejar a los niños su tiempo de empleo en aprender a hacer las cosas ellos solos.
- Evitar los castigos y las amenazas, ya que a largo plazo no funcionan y mucho menos si esa amenaza nunca llega a cumplirse. De esta manera, lo que conseguimos es restar credibilidad y valor a nuestras palabras.
- Tener claro que nosotros somos su mayor ejemplo, así que no podemos intentar que incorporen una rutina o un hábito sano si nosotros no somos partícipes de ello.
Consejos para establecer rutinas en casa
- Debemos ser un referente para nuestros hijos
- Hay que marcar límites, pero con respeto y amor
- Debemos respetar los límites y normas que ponemos
- Dirigirnos a los niños con un vocabulario correcto, agachándonos a su altura, mirándolos a los ojos y con contacto físico
- Crear horarios adaptados a las necesidades y al desarrollo de nuestro hijo
- Practicar la constancia y la repetición
- Mostrar paciencia y empatía
Recursos y herramientas para facilitar la creación de una rutina en casa
- Tablas de rutinas, adaptadas a su momento y su desarrollo
- Imágenes y pictogramas con las rutinas del día
- Un ambiente preparado y adaptado a sus necesidades donde pueda desarrollar su autonomía con la mínima intervención del adulto
- Los cuentos siempre son buenos aliados
- Las reuniones familiares donde se puedan ir solucionando los conflictos que surjan en el día a día y poder establecer nuevas rutinas
En conclusión, ¿para qué sirven las rutinas?
En definitiva, las rutinas nos ayudan a crear ambientes y espacios seguros y adaptados, nos ayudan a dar seguridad y referencias temporales, nos ayudan a poner límites y normas, a adelantarnos a las explosiones emocionales y a interiorizar normas sociales y de convivencia.
Todas las rutinas necesitan un periodo de adaptación, así que tranquilidad si tu peque todavía está muy sensible con la llegada de la rutina. No es fácil pasar de las vacaciones a la rutina diaria establecida. Solo necesita un poco de tiempo, comprensión y empatía por nuestra parte.
¡Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!
Artículo escrito por:
Ana Torres Rojo, experta en crianza respetuosa y directora de la web Mami me mima