Cómo educar niños independientes
Este artículo trata de:
Al contrario que sucede con el resto de mamíferos, el ser humano es totalmente dependiente en sus primeros meses/años de vida. El bebé nos necesitará para cubrir sus necesidades básicas. Sin embargo, el pequeño empezará poco a poco a hacer cosas por sí sólo, aunque el proceso para conseguirlo no será fácil ¿qué podemos hacer para criar y educar niños independientes?
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Criar niños dependientes para poder criar niños independientes
Aunque el título pueda parecer una contradicción, para conseguir niños independientes lo que tenemos que hacer durante los primeros años (sobre todo los primeros meses) es estar completamente disponibles para ellos, tal y como veremos con la teoría del apego seguro.
El apego seguro
Muchas veces, cuando nos ven con el bebé en brazos, amigos o familiares nos recomiendan dejarlo en el cochecito o en la cuna “porque si no se acostumbra”, sugiriendo que dejando a los bebés solos favorecemos su independencia. Sin embargo, la teoría del apego dice lo contrario: si el bebé no es atendido inmediatamente cuando necesita atención, no desarrollará un apego saludable con sus adultos de referencia, lo que se traducirá en más demanda y un carácter más inseguro.
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Nuestros hijos nos necesitan
Y es que, el ser humano es la criatura de la naturaleza que nace más desvalida. Hasta existen expertos que hablan de exterogestación (los nueve meses en los que el bebé sigue “gestándose” fuera del cuerpo de su madre, ya que necesita la protección que tenía cuando estaba en el vientre materno). Al contrario que el resto de mamíferos, nuestras crías son tan inmaduras, dependientes y vulnerables que no sobrevivirían sin nosotros. Al principio nos necesitarán para todas y cada una de sus necesidades básicas (alimento, abrigo, afecto…).
Cuando los vemos que empiezan a caminar, comer solos, hablar… y los vemos tan independientes, corriendo por todas partes, puede parecernos que ya no nos necesitan tanto, pero esto no es así. Nosotros somos sus referentes en el mundo y lo seguiremos siendo durante muchos años. Nos siguen necesitando para que les alimentemos y les protejamos, pero también requieren que interpretemos la realidad para ellos y necesitan esa contención emocional que solo nosotros sabemos darles. Poco a poco (muy poco a poco) los niños irán volviéndose cada vez más independientes, al mismo tiempo que van adquiriendo hitos madurativos. Este proceso, al ser tan complejo, dura toda la infancia (y más allá), de ahí que haya que tomárselo con calma.
Fases y fases
El desarrollo de los niños no es lineal. Atraviesan fases, avances y retrocesos. A veces parece que necesitaran volver a “territorio seguro” para coger fuerzas y emprender su descubrimiento del mundo con más energía que nunca. Por eso es totalmente normal que ese niño al que hace unas semanas le encantaba explorar por su cuenta y nunca echaba la vista atrás para buscar a sus papás, de pronto nos lo encontremos pegado a nosotros como una lapa. Hay que respetar sus ritmos y entender que eso es lo que necesita en ese momento, apoyarle y, por supuesto, nunca ridiculizarle ni reírnos de él.
Cómo podemos educar niños independientes
En el proceso desde la dependencia más absoluta hasta la independencia (que no quiere decir desapego), hay muchas cosas que podemos hacer para orientar a nuestros pequeños:
Para criar niños independientes deja que intente hacer las cosas por sí solo
La regla de oro para educar niños independientes es: “No hagas a tu hijo nada que pueda hacer solo”. Si le acercamos el juguete que intenta alcanzar o le levantamos cuando está dando sus primeros pasos le estamos privando de la satisfacción de conseguir las cosas por sí mismo, la base de la construcción de una buena autoestima. En cuanto sean capaces de hacer algo por ellos mismos hay que dejarles que se ejerciten. Aunque tarden una eternidad, aunque no lo hagan perfectamente; lo importante es que adquieran destrezas para ir mejorando cada día. En el desarrollo de los niños hay “ventanas de oportunidad” que podemos aprovechar para avanzar en autonomía. Por ejemplo, a los dos años y la etapa del “yo solo” son muchas las pequeñas cosas que podemos ir enseñándoles poco a poco.
Déjale tomar decisiones
No estamos hablando de que decida a qué colegio ir, sino pequeñas cosas en el día a día que le harán sentirse importante y aprender las consecuencias de sus actos. Alrededor del año, podemos darles a elegir entre dos opciones que nosotros hayamos seleccionado previamente (por ejemplo, manzana o pera de postre o la camiseta azul o la roja). Cuando son más mayorcitos, pueden tomar decisiones y tienen que aprender a responsabilizarse de sus consecuencias.
Por ejemplo, si nos pide ir en bici, tiene que entender que tiene que responsabilizarse de ella y no decir que la llevemos nosotros si se cansa a mitad del paseo. Explicarle bien que si no cumple con su parte, la próxima vez que nos lo pida no le dejaremos que la saque. Como se ve, no se trata de dejar al peque que haga lo que le venga en gana, sino de enseñarle responsabilidad, por lo tanto los límites son parte fundamental de este tipo de crianza.
Darle la opción de que resuelva sus conflictos
Muchas veces los padres intervenimos antes de la cuenta y no dejamos que los niños resuelvan los conflictos por sí mismos. O nos vemos en la obligación de actuar de jueces ante la más mínima disputa. Sin embargo, el hecho de tener un encontronazo y buscar la manera de arreglarlo, ceder o simplemente entender que unas veces se gana y otras se pierde son valiosos aprendizajes. A menos que la discusión haya subido de tono y haya que intervenir, mejor esperar o, al menos, ayudarles con preguntas a que ellos mismos resuelvan el problema.
Colaborar en las tareas del hogar
Otra forma de criar niños independientes es enseñarles desde pequeñitos que todos colaboramos en las tareas del hogar. Prácticamente desde que son bebés pueden “ayudarnos” con las tareas domésticas: meter o sacar la ropa de la lavadora, llevar su plato a la mesa… Al principio es un juego y, cuando crezcan, les hará sentirse importantes que les asignemos una tarea concreta que solo ellos pueden hacer, como regar las plantas o darle de comer al perro.
Otros aspectos a tener en cuenta para educar niños independientes
Además de lo expuesto anteriormente, otras cosas que podemos hacer para educar niños independientes son:
- No sobreproteger: Siempre que no se ponga en peligro su integridad física, a los niños hay que dejarlos que exploren libremente y sin miedos.
- Normas y límites: Las normas claras dan seguridad a los pequeños y les permiten anticiparse a lo que va a pasar.
- Tiempo de calidad y escucha: Los niños que son escuchados y a los que sus padres dedican tiempo “de verdad” desarrollan una autoestima sana que les permitirá alejarse y acercarse a ellos con confianza según su momento evolutivo.