Cómo enseñar a tu hijo a reciclar
Este artículo trata de:
A partir de los tres años, ya podemos empezar a reciclar con los niños, ya que a partir de esta edad comienzan a aprender cuáles son los tipos de residuos que existen y aprenden que reciclar contribuye a cuidar la salud del planeta. Muchos de ellos ya vienen del cole con la lección aprendida, ¡a lo mejor acaban ellos enseñándote a ti!
Reciclar con niños para cuidar el medio ambiente
Según la edad, hay que explicar a los niños la importancia del medio ambiente. Cuando son más mayorcitos seguramente ya se lo hayan aprendido en clase, pero,si hablamos de niños pequeños, podemos explicarles que hay que cuidar el planeta para que no se ponga malito y que reciclar es una de las cosas que podemos hacer para evitarlo.
El reciclaje comienza en casa, separando el tipo de residuos por colores. Se lo pondremos más fácil a los peques si compramos diferentes cubos para almacenar los distintos tipos de residuos:
- Azul para el papel/cartón
- Amarillo para los envases
- Verde para el vidrio
- Marrón para lo orgánico
- Gris para lo demás
Después, podemos pedirles que nos acompañen a tirar la basura y que nos ayuden a depositar cada residuo en su contenedor correspondiente. Hay varios tipos de contenedores para separar los residuos y cada uno tiene un color que le diferencia del resto.
¿Cuáles son los restos que van en cada contenedor?
Qué cosas van y qué cosas no van en cada uno de los contenedores. Conocer los objetos que van en cada color de papelera es imprescindible para reciclar correctamente.
Contenedor verde:
Lo que sí va en el contenedor verde: Botellas de vidrio, frascos, tarros de conservas.
Lo que no va en el contenedor verde: Espejos, bombillas, fluorescentes, cristal.
Contenedor azul:
Lo que sí va en el contenedor azul: Envases y cajas de cartón, hueveras de cartón, libros, revistas y periódicos, cartón del papel higiénico y de los rollos de cocina, bolsas de papel.
Lo que no va en el contenedor azul: cartones que estén plastificados, servilletas y otros papeles sucios, tetrabriks, papel de plástico o de aluminio.
Contenedor amarillo:
Lo que sí va en el contenedor amarillo: latas de conservas, envases, tetrabriks, aerosoles, bolsas de plástico, tapas y tapones, envoltorios de aluminio, envases de plástico, botellas de plástico (de productos de higiene o limpieza).
Lo que no va en el contenedor amarillo: juguetes, aparatos electrónicos, productos que tienen goma, CD´s, pañales.
Contenedor marrón:
Lo que sí va en el contenedor marrón: restos de alimentos biodegradables.
Contenedor gris:
Lo que sí va en el contenedor gris: todo aquello que no va en ninguno de los contenedores anteriores como vajillas, juguetes, pañales…
Un hogar “verde”
Pero reciclar nuestros desechos no es lo único que podemos hacer para cuidar el medio ambiente desde casa. En nuestro día a día, también podemos tomar decisiones que afectan al medio ambiente y aprovechar para convertirlo en una enseñanza para nuestros peques, por ejemplo:
- Utilizar bolsas de tela o de papel en lugar de bolsas de plástico (si es así, al menos llevarlas de casa y reutilizarlas varias veces).
- Elegir productos sin demasiado envoltorio. Por ejemplo, en lugar de comprar seis mini bricks de zumo, comprar una botella y utilizar vasos para beber.
- No abusar de platos, vasos y cubiertos desechables.
- Reciclar los papeles que usamos en casa, pintando por ambas caras. Del mismo modo, si tenemos impresora también se aprovechan las dos caras.
- Usar bombillas de bajo consumo.
- Apagar las luces cuando salimos de la habitación y cerrar el grifo para que el agua no corra innecesariamente.
- Realizar manualidades con botellas, rollos de papel higiénico o cualquier otro objeto cuyo fin fuera terminar en la basura para que los niños vean que se pueda dar nueva vida a los desechos.
- No tirar la ropa y zapatos que se han quedado pequeños a la basura: ver qué se puede regalar, donar o reciclar.
De excursión
La mejor manera de hacer ver a los niños lo importante que es cuidar el medio ambiente es llevarlos al campo o a la playa, que disfruten de esa experiencia. Ahí podemos aprovechar para contarles que es imprescindible que conservemos la naturaleza para que todos podamos disfrutarla. Asimismo, si tenemos la oportunidad de participar en un taller de conservación o de reciclaje, mejor que mejor.