Cómo influye la alimentación en el rendimiento escolar
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Algo que preocupa a los padres son aquellas causas que provocan un bajo rendimiento escolar. Por eso, una de las preguntas que se hacen es cómo llega a afectar la alimentación, entre otros aspectos, al rendimiento escolar.
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¿Qué es comer sano?
A esta pregunta respondió un estudio realizado por el Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias. El estudio fue realizado a través de encuestas online a 1.038 familias españolas con hijos de 3 a 12 años.
Cuando hablamos de “dieta saludable” o “comer sano” a veces surge la pregunta, ¿y qué es comer sano? Se considera que un niño tiene una alimentación equilibrada cuando su dieta incluye, en su día a día, el consumo de fruta natural y verduras frescas y, al menos una vez a la semana, el de legumbres, pescados y frutos secos; incluyendo el aceite de oliva como aliño habitual y el agua como bebida principal.
Cómo afecta la alimentación en el rendimiento escolar
Teniendo en cuenta estos criterios, el estudio refleja cómo influye la alimentación en el rendimiento escolar y otros datos relevantes:
- Un 32% de los alumnos españoles sacan un excelente en lenguas y/o ciencias, pero este porcentaje asciende al 46% entre aquellos que siguen una alimentación saludable.
- Sólo 4 de cada 10 alumnos están contentos con sus notas mientras que, entre los que comen bien, son 6 los que se muestran satisfechos.
- Al 84% de los alumnos que comen de forma equilibrada no les cuesta ir a clase.
- Un 11% de los padres reconocen que sus hijos están estresados con los estudios.
- Solo el 28% de los niños están muy contentos con sus tareas escolares; un porcentaje que llega al 42% entre aquellos que siguen una dieta equilibrada.
- Sólo el 37% de las familias asegura estar muy de acuerdo con que los pequeños tienen tiempo suficiente para hacer los deberes. Este porcentaje llega al 45% entre los que comen equilibradamente.
A la hora de analizar estos datos hay que tener en cuenta que no se puede separar la alimentación del conjunto del estilo de vida de la familia. Por ejemplo, unos padres que se preocupan porque su hijo coma sano, también prestarán atención a su rendimiento escolar, por lo que resulta de gran importancia que sean ellos los que den ejemplo con una alimentación y unos hábitos de vida saludables.
Desayunos o meriendas saludables para llevar al cole
¿Estás pensando cómo tiene que ser el desayuno o la merienda que lleve tu hijo al cole para que sea saludable? Te lo contamos.
El bocadillo de toda la vida
El “bocata” es todo un clásico del recreo. Les aporta energía, es saciante y fácil de comer para ellos. Sin embargo, el tradicional bocadillo de embutido con mantequilla tiende a sustituirse por opciones más saludables. En lugar de pan blanco, mejor pan integral. Los embutidos (chorizo, salchichón…) son carnes procesadas y sólo deben consumirse ocasionalmente.
Más frecuentemente se puede usar jamón serrano, pavo o jamón cocido y queso, pero no es necesario que los bocadillos siempre sean de fiambre: un “bocata” con un filetito de pollo a la plancha o una tortilla francesa también son alternativas estupendas para el recreo y se convierten en una buena opción para un desayuno o merienda saludable para el cole. Por último, en lugar de mantequilla podemos untar el pan con aceite, tomate o aguacate.
Fruta de temporada y verduras
Si hablamos de desayunos y meriendas saludables para niños para el cole, tienen que aparecer las frutas y las verduras. Sin embargo, parece que cuando hablamos de fruta y niños siempre recurrimos al plátano. Lo cierto es que es una de las frutas mejor aceptadas por los niños y encima viene “en su propio envase”. Sin embargo, los peques también se cansan de los mismos sabores, ¿por qué no abrir el abanico de posibilidades? Fresas, arándanos manzanas, peras, mango, uvas… Las posibilidades como desayunos y meriendas saludables son infinitas.
Según la fruta, la edad del niño y las normas del cole debemos preparársela de diferente manera:
- En algunos casos podemos incluir la pieza de fruta tal cual y que se la coman a bocados (manzana, pera…)
- Otras veces sólo pelada (mandarina), o pelada y cortada en un táper (podemos echarle unas gotitas de limón para que no se oxide).
- Las verduras también pueden entrar en el desayuno de media mañana para el recreo, por ejemplo en forma de palitos de zanahoria, pepino o tomatitos cherry (para los niños más pequeños partidos por la mitad) que podemos acompañar con un poco de hummus para que mojen.
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5 maneras de incorporar verduras de otoño en la alimentación de tu familia
Si llevan dulces, mejor caseros
Lo mejor es que consuman estos productos solo ocasionalmente, pero no es raro encontrar en las hojas de desayuno de los niños que tal día toca “bollería” o “galletas”. En este caso siempre es mejor elegir un producto que lleve la menor cantidad de azúcar posible y con grasas de buena calidad. Si tenemos tiempo, lo mejor es hacer las galletas o bizcochos en casa. Así reducimos la cantidad de azúcar al mínimo (te sorprendería saber que puedes hacer la mayoría de las recetas con la mitad del azúcar que pone). Además, utilizando ingredientes naturales como manzana, plátano o pasta de dátiles puedes preparar dulces exquisitos sin necesidad de tocar el azucarero.
Lácteos, mejor sin azúcar
Un mini brick de leche o un yogurt natural les proporcionará energía y calcio para sus huesos. Pero hablamos de leche -no de batidos- y de yogures naturales -no de sabores- ya que, en ambos casos, el contenido de azúcar de estos productos supera el 10% (es casi todo el aporte que necesita un niño durante todo el día). En cuanto al queso, vigilemos que sea queso de verdad, porque los quesos “de niños” muchas veces llevan de todo menos eso. Si en los ingredientes lleva leche, cuajo y poco más, será más saludable. Cuanta menos sal lleve, mejor.