Cómo resolver las peleas entre hermanos
Las disputas entre hermanos son algo habitual en los hogares de todo el mundo. Cuando se suma un nuevo miembro a una familia, es bastante común que el hijo mayor se sienta desplazado por el pequeño, lo que puede llegar a generarle cierto rechazo por el bebé. En este post, te contamos el porqué de esta rivalidad y cómo podemos gestionar las agotadoras e inevitables peleas entre hermanos.
El prestigioso escritor Miguel Delibes recurría al símil monárquico para titular una de sus novelas más populares: “El príncipe destronado”. En ella, relataba los sentimientos encontrados de Quico, un niño de tres años, ante la llegada al mundo de su hermanita. El pequeño siente que ya no es el único protagonista en el seno familiar y tiene que acostumbrarse a compartir mimos y atenciones con Cris, la nueva integrante del clan.
Para intentar evitar esta desazón al hasta ahora hijo único, es recomendable decirle y demostrarle que juega un papel fundamental como hermano mayor. Este proceso debe comenzar durante el embarazo para poder ir preparándole de cara a lo que está por llegar. Si el niño percibe que tiene una importante tarea que desempeñar en la crianza de su hermano o hermana, será más probable que no desarrolle sentimientos de rechazo hacia el bebé.
Índice de contenidos
Cómo gestionar las peleas entre hermanos
Evitar la competencia
Una medida imprescindible para evitar las peleas entre hermanos es no fomentar la competencia. Es esencial que los padres no elogien ni bonifiquen las acciones de un hijo en detrimento de las del otro. El comportamiento de cada niño tiene que ser valorado individualmente y no establecer comparaciones que pueden resultar muy perjudiciales para la relación entre hermanos.
En este sentido, lo aconsejable es promover el diálogo y tratar de entender las posturas de cada miembro de la familia. Es importante que los niños sepan que no hay nada de malo en tener opiniones distintas, incluso en enfadarse de vez en cuando, pero que no hay lugar para las peleas en el núcleo familiar.
Dar ejemplo
Los niños observan el comportamiento de sus padres para saber cómo actuar ante diferentes situaciones. La responsabilidad para los progenitores es mayúscula, porque los pequeños se desenvolverán en la vida tomando como modelo las actitudes que han visto en casa a lo largo de los años.
Pero no son los únicos estímulos que recibe un niño, puesto que hay otros factores externos (televisión, cine, juegos virtuales…) que influyen en el comportamiento con su hermano o hermana pequeña y con las demás personas que le rodean. Es esencial controlar estos estímulos para evitar que fomenten en el hijo mayor actitudes negativas hacia su hermano.