Cómo trabajar la grafomotricidad en niños

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Rosó García -
13/01/2025 - Tiempo de lectura 4 mins
grafomotricidad en niños 1 aprender a escribir

Este artículo trata de:

Motricidad fina
Coordinación mano-ojo
Actividades para trabajar grafomotricidad

¿Quieres saber cómo trabajar la grafomotricidad en niños? Para empezar, definiremos grafomotricidad como el movimiento que realizamos con nuestro cuerpo al escribir o dibujar. En este tipo de actividades se desarrollan habilidades de motricidad fina, es decir, aquellas que involucran los grupos musculares pequeños y requieren buena coordinación y control mano-ojo.

¿Por qué es importante trabajar la grafomotricidad?

En la grafomotricidad se trabajan habilidades de motricidad fina y la coordinación entre la mano y el ojo. Por tanto, cuanto mayores sean las destrezas que adquiera el niño/a, mejor podrá desarrollar sus capacidades para expresar conocimientos, pensamientos y emociones. Todo ello a través de representaciones gráficas, tanto en escritura como en pintura, por ejemplo.

Además, al practicar estas aptitudes, los infantes adquieren una mayor precisión y coordinación a la hora de mover antebrazo, muñeca, manos y dedos. De esta manera, no solo se refuerza su grafomotricidad, sino que también logran una mejora en aquellas actividades que precisan coordinar mano-ojo, como hacer pulseras, armar puzles, montar legos, etc.

lego grafomotricidad

¿Cuáles son las etapas de la grafomotricidad?

El desarrollo de la grafomotricidad en niños es algo que se da de manera progresiva a lo largo de su crecimiento. Comienza con los primeros trazos libres, es decir, cuando, a partir del año y medio de edad, empiezan a hacer garabatos. Poco a poco, a medida que van mejorando en la orientación espacial, el control del espacio y se familiarizan con los utensilios básicos, son capaces de realizar trazos dirigidos.

grafomotricidad en niños 2

Así pues, existen diferentes etapas en el desarrollo de la grafomotricidad y diversas actividades para trabajarla. Cabe destacar que no todas las actividades sirven para todas las etapas, sino que cada ejercicio se adapta a una etapa en concreto.

Grafomotricidad a los 18 meses

Los niños y niñas empiezan a autoexpresarse a través de los trazos. En esta primera etapa, se realizan garabatos descontrolados, que son movimientos impulsivos, rápidos y sin control, donde no hay coordinación mano-ojo y el trazo se dibuja moviendo todo el brazo.

A los 20 meses

Aquí ya tienen más control sobre el codo y aparecen, entonces, los garabatos llamados «barridos» y círculos. En esta etapa, los peques no observan lo que hacen, sino que simplemente mueven sus extremidades.

Actividades para niños/as de 18 a 20 meses

Podemos trabajar la grafomotricidad a través de la estimulación sensorial. Una buena práctica es experimentar con pintura: deja que el niño/a pinte con las manos y vaya realizando trazos aleatorios.

Imagen-1-grafo

También puede ser útil durante esta etapa la creación de una bolsa sensorial. Para hacerla, solo necesitaremos:

  • Bolsa con cierre zip
  • Gomina
  • Colorante alimentario
  • Purpurina

Debemos introducir la gomina junto con el colorante y el glitter en la bolsa. Mezclamos bien y cerramos. ¡Tachán!

Imagen-2-grafo

Con ella podremos jugar a hacer formas o puede servir para esconder dibujos debajo y que los peques tengan que descubrirlos.

Grafomotricidad a los 2 años y medio

Hacen un uso más preciso de su muñeca y pueden realizar el movimiento de pinzas, desarrollando así la capacidad de dibujar trazos independientes. Es en ese momento en que comienzan a seguir los desplazamientos de su mano con la mirada, aunque no prestan una atención plena ante ellos, sino que les atrae el movimiento.

Grafomotricidad en niños de 3 años

Inician la etapa preesquemática. Es entonces cuando observamos intencionalidad y sentido de representación, ya que el niño o niña explica lo que va a dibujar antes de hacer el dibujo. Se introduce entonces la figura humana, aunque se representará con pocos detalles que irán evolucionando poco a poco.

Actividades para niños/as de 2 años y medio a 3 años

Aquí también podremos utilizar la bolsa sensorial, aunque aumentando la dificultad. Esta vez, dentro de la bolsa podemos poner elementos como botones o bolitas y hacer que los infantes las clasifiquen por colores, por ejemplo.

En esta etapa, los peques disfrutarán también mucho creando figuras con plastilina.

imagen-3-grafo

Entre los 4 y los 6 años

Dependiendo del grado de madurez del menor, la figura humana adquirirá más o menos detalles. En la grafomotricidad de 4 a 6 años, la representación de las personas puede variar notoriamente de un infante a otro. Habrá, por ejemplo, quienes añadan brazos, piernas, manos, ojos, boca, nariz…, y otros que, por el contrario, no incorporen ningún tipo de detalles en el dibujo. Pero esto no debe preocuparte, ya que cada peque lleva su propio ritmo de aprendizaje y desarrollará estas habilidades a su tiempo.

Actividades para niños/as de 4 a 6 años

Durante esta etapa, podemos realizar actividades muy diversas. Por ejemplo, para desarrollar la motricidad, los peques pueden montar puzles o clasificar bolitas de colores cogiéndolas con pinzas. Así, trabajarán la precisión, coordinación mano-ojo y la motricidad fina.

Además, puede ser útil el uso de fichas didácticas. Para su realización, se pueden emplear diferentes materiales, como lápices de colores, ceras, témperas…

Aunque estas actividades pueden ayudar a trabajar la grafomotricidad en niños, es importante realizarlas de manera lúdica. Experimentar el proceso a través de la diversión y el autoconocimiento, sin tener en cuenta el resultado, es clave. Así, los peques estimularán su grafomotricidad y desarrollarán las habilidades necesarias que, más adelante, usarán para la escritura.

Ana Torres Rojo

Experta en crianza respetuosa y directora de la web Mami me mima.

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