Cómo vestir a los niños: cambios de temperatura
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El cambio climático tiene consigo consecuencias como el aumento de las temperaturas, por lo que, en muchas ciudades, el termómetro sigue por encima de los 30 grados durante el día hasta bien entrado septiembre o alcanza temperaturas altas ya a principios de marzo. Sin embargo, las mañanas y las noches pueden ser bastante frías. Se convierte, entonces, en un dilema cómo vestir a los niños con tantos cambios de temperatura.
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No hay que pasarse
Con las apps que nos dicen qué temperatura va a hacer a lo largo del día, podemos idear el look más adecuado para los más pequeños. Los papás tendemos a abrigar de más a nuestros hijos, pero en realidad (excepto los recién nacidos) ellos regulan la temperatura igual que nosotros. Así que, ¿por qué llevarlo con jersey si nosotros todavía vamos en manga corta? De hecho, los niños suelen sentir más calor que nosotros porque ellos se mueven más.
¿La solución? Las capas
El niño va a estar expuesto a cambios de temperatura a lo largo del día. El camino al cole por la mañana seguramente se le haga fresco, sin embargo, a la salida puede hacer mucho calor todavía. Además, dentro del colegio, la temperatura en el interior de las aulas puede ser superior o inferior a la que hace en el patio. Lo más fácil es mandarles con varias capas finas fáciles de poner y quitar para adaptarse a los cambios de temperatura.
Dependiendo de donde vivas, tal vez sea una buena idea una camiseta interior de tirantes debajo de su camiseta de manga corta. Así, le mantendrá el cuerpo caliente en caso de que refresque y absorberá el sudor, por ejemplo, después de jugar al sol en el patio. Encima, un jersey fino, rebeca o chaqueta fácil de poner y de quitar.
Aunque demos la bienvenida o nos despidamos de las sandalias (según nos acerquemos a la primavera o al otoño), el zapato cerrado suele resultar buena opción. Deportivas, bailarinas, mocasines, náuticos… Y, si es el caso, también conviene hacerse con unas botas de agua por si nos sorprende la lluvia. Asimismo, en las regiones más calurosas, lo mejor será meter una gorra en la mochila para que proteja al niño del sol durante los juegos en el patio.
También fuera del horario escolar
En nuestras salidas al parque, lo mejor es llevar una chaqueta o jersey porque a la vuelta a casa puede refrescar. Además, si han sudado, esas camisetas empapadas, unidas a las corrientes de aire fresco, son el caldo de cultivo de un buen resfriado. Los vaqueros son una buena opción para nuestras salidas, ya que son resistentes y proporcionan un grado medio de abrigo.
Las temperaturas suelen bajar de madrugada, así que lo mejor es ir sacando del armario los pijamas largos, sobre todo si tus hijos son de los de destaparse por las noches. Si nos acercamos, más bien, a época de calores, opta por prendas cortas y de tejidos ligeros y frescos.
Cómo vestir a los niños
En definitiva, en cuestiones de cómo vestir a los niños con tantos cambios de temperatura, lo mejor será optar por prueba y error. A nadie le gusta llevar la chaqueta en la mano, pero todos la agradecemos cuando refresca y tenemos qué ponérnosla. Sin duda alguna, en otoño y en primavera lo ideal es convertirse en una especie de cebolla (ya sabes, por las capas).