Cuando vayas al parque, no te olvides de…
Este artículo trata de:
Los que vivimos con niños sabemos que el momento en el que salimos de casa siempre se eterniza: hay que ir al baño, beber agua, decidir qué vamos a necesitar… Por eso es importante que no improvises lo que metes en el bolso o en la mochila que llevas en estas ocasiones y tengas en cuenta qué llevar a lugares que gustan tanto a los niños como el parque.
Índice de contenidos
Qué llevar al parque para situaciones cotidianas
Hay lugares donde los peques tienen la diversión asegurada. En el parque se encuentran con otros niños y tienen numerosas atracciones diversas para entretenerse. A ellos se les pasa el tiempo casi sin darse cuenta. En realidad, si vamos a estar en el parque con los niños un par de horas, no nos harán falta demasiadas cosas, aunque sí podríamos llevar:
Una mochila espaciosa: Mientras el niño juega en el parque y está en su pequeño mundo, tú tendrás que pasar un buen rato cargando con sus cosas. Una mochila espaciosa que se ajuste bien a la espalda te permitirá llevar todo lo que necesita tu hijo sin sufrir con el peso.
Un botellín de agua: en el parque, los niños están inmersos en mil y una aventuras y no se acordarán de pedírtelo, pero allí corren, saltan, suben, bajan y hacen un montón de ejercicio, por lo que necesitarán reponerse de tanto esfuerzo bebiendo agua de vez en cuando.
Algo de fruta: Si vamos al parque con los pequeños a media mañana o a media tarde, es posible que no tengan mucha hambre, sin embargo, para estos casos conviene llevar una pieza de fruta que les sirva para recuperar fuerzas.
Ropa de abrigo: Todo depende de la época del año y del momento del día que vayamos al parque, pero nunca está de más llevar algo de abrigo, ya que después de saltar y correr seguramente los niños suden y cuando paren se quedarán fríos. Además, si vemos que el día está nublado, no nos costará nada meter un impermeable en la mochila.
Qué llevar al parque por si los niños tienen un accidente
En el parque exploran y se divierten mientras comprueban que ya no les da miedo lanzarse solos por el tobogán o que se cuelgan de las barras, pasando de una a otra sin tu ayuda. Pero claro, todos estos avances van acompañados de pequeñas y grandes caídas. Por eso, conviene hacer una pequeña lista para tener claro qué cosas llevar al parque en el caso de que el niño tenga algún pequeño accidente.
- Una botella de agua. No solo para beber, también puede ayudarte a curar heridas.
- Yodo. Puedes comprar monodosis, que resultan muy cómodas.
- También es buena idea que incluyas monodosis de suero. Puedes utilizarlas para limpiar heridas.
- Toallitas de bebé y pañuelos desechables.
- Para golpes, en los que no haya heridas, ni cortes, puedes recurrir a geles reconfortantes que consiguen calmar la piel tras una contusión. Resulta práctico y cómodo de llevar.
- Tiritas decoradas. Hay ocasiones en las que los niños se asustan mucho, después de una pequeña caída o al ver que tienen una herida. En estos casos, un poco de cariño y una tirita especial pueden ayudarte más de lo que imaginas. Un apósito con dibujos infantiles para tapar la zona enrojecida puede conseguir que tu hijo recupere la calma, esboce una sonrisa y salga disparado a jugar de nuevo.
El tiempo de juego es fundamental para nuestros hijos. Es importante que los padres los animemos a jugar en lugar de transmitir miedos y que estemos ahí, para ayudarles si nos necesitan, pero sin intervenir en exceso e intentando siempre mantener la calma. Si ante una caída o herida nos ven asustados, se pondrán nerviosos ellos también. Si por el contrario ven a sus padres serenos, también ellos se sentirán seguros.