Decálogo: Cómo los niños aprenden a valorar los regalos de Navidad en tiempos de crisis

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Carmen Iglesias -
19/01/2022 - Tiempo de lectura 4 mins
valorar los regalos de navidad

Para muchos padres y madres, el año 2020 fue especialmente duro debido a la pandemia, lo que afectó a la economía familiar de muchos hogares. En situaciones tan complicadas como estas es importante que los niños aprendan a apreciar lo que tienen y a valorar los regalos de Navidad que reciban en los tiempos de crisis.

Tratar la situación con máxima naturalidad

La crisis también afecta a los regalos de Navidad. No hay que esconder esta situación, sino tratarla con naturalidad con nuestros hijos. Podemos explicarles que Papá Noel y los Reyes también sufren la crisis. Por tanto, este año tienen menos regalos para repartir en navidad por la crisis. Además, para conseguir que ningún niño se quede sin regalo, no podemos pedir tantos como en años anteriores. Todos podemos hablar con nuestros hijos. No se trata de darles más explicaciones de las necesarias, sino simplemente de adaptarse a la edad de cada niño y a su personalidad para que lo comprendan.

Fortalecer el ritual de la Navidad y el factor sorpresa

Aunque no podamos regalar todo lo que quisiéramos, seguimos teniendo en nuestras manos el poder tradicional de la Navidad. Estas son unas fechas únicas e irrepetibles del año y debemos saber aprovecharlo cuando entreguemos los «regalos». Tenemos que dar a ese momento la importancia que se merece y organizarlo como algo único e irrepetible. También es clave reforzar en los niños la idea de la sorpresa.

Tener en cuenta los gustos y necesidades reales de los niños

Es importante involucrar a los niños en la elección y la elaboración de la carta a los Reyes Magos, pero es aún más importante que posteriormente sean los padres quienes desde su propio criterio elijan los regalos. Los padres son los que mejor conocen los gustos y necesidades reales del niño, cosa muy importante, especialmente durante la Navidad, ya que los niños están muy influenciados por la publicidad y los amigos.

Explicar el porqué de los regalos elegidos

¿Por qué nuestros hijos piden un determinado regalo? Muchas veces nos sorprenderemos con las respuestas si se lo preguntásemos. Debemos explicarles por qué unos regalos son posibles y otros no: por coste, utilidad, valores, etc. Los niños se ilusionan fácilmente. Aprovechémoslo para sugerirles regalos enriquecedores. En este sentido, los Reyes Magos y Papá Noel son el mejor aliado. Ellos son mágicos y, por lo tanto, saben elegir mejor que nadie lo que más gustará a nuestros hijos.

Limitar el número de regalos y poner de acuerdo a la familia

Una buena opción es establecer un número máximo de regalos que los niños pueden pedir. En esta misma línea es importante fijar también un máximo de regalos que los familiares pueden regalar. Por ello es útil animar a la familia a ponerse de acuerdo y seguir las orientaciones de los padres sobre el número y el tipo de regalos que son mejores para sus hijos.

Apostar por regalos sencillos, medioambientalmente, sostenibles y compartidos

Elegir juguetes sencillos (son mucho más económicos) y ecológicos (los niños suelen disfrutar más con ellos porque dan más de sí). Otra idea son los regalos compartidos. Si son varios hermanos se puede elegir un juguete que puedan usar todos y hacer el regalo en común. Se pueden buscar también alternativas de regalos familiares: un juego de mesa, unas entradas para el teatro o el cine, un fin de semana de viaje, etc. El mejor juguete es el que entretiene y facilita la interacción con otros niños y también entre padres e hijos.

Elaborar nuestros propios regalos

Si nuestros hijos ya son suficientemente mayores, podemos animarles a hacer con sus propias manos el regalo de sus hermanos, primos o abuelos. Ellos son los que mejor los conocen. Se trata de poner la creatividad en primera línea. Esto les ayudará a valorar el esfuerzo de tiempo y dinero de hacer un regalo. Y aprenderán que los regalos llenan a quién los recibe, pero también a quien los da, especialmente si los ha hecho con sus propias manos.

Convertir en regalo aquello que hasta ahora no lo era

Muchos elementos de la Navidad ya son, por si solos, un regalo: el árbol de Navidad, el Belén, los turrones, etc. Si conseguimos hacérselo evidente a nuestros hijos, conseguiremos que los valoren más. ¿Y cómo lo hacemos? Con creatividad. ¿Quién ha dicho que los turrones no se pueden envolver como un regalo? El objetivo final es aprender a valorar las pequeñas cosas. A menudo, es suficiente con mostrar de una nueva manera aquello a lo que prestamos poco interés.

Escribir “La carta familiar”

Cuando los niños “hagan” la carta, se les debe animar a pedir algo para su familia: algo para papá, algo para su hermano, algo para el abuelo… Esto les hará más colaborativos y les empujará a averiguar qué les gustaría recibir a los otros y a ver que no es fácil complacer los deseos. Además, para hacer reflexionar a nuestros hijos sobre el valor de los regalos también podemos escribir la carta de regalos no materiales. Así quizás sepamos qué es lo que realmente necesitan y quieren nuestros hijos más allá de los regalos de Navidad.

Aprender a tolerar la frustración

¿Cómo gestionamos la situación de no poder comprar los mismos regalos que en años anteriores? ¿Cómo evitamos que nuestro hijo no se sienta inferior a otro niño que sí tiene muchos regalos de navidad en estos tiempos de crisis? A la hora de responder a estas preguntas debemos tener claro que un niño no se traumatizará si no recibe el regalo que esperaba. Tú hijo es capaz de gestionar esas pequeñas desilusiones. Es necesario entender que no se puede tener todo en un mundo de crisis, desigual por su pobreza y poco sostenible medioambientalmente y, por tanto, aprender a afrontar la frustración es un paso necesario para convertirse en un niño emocionalmente maduro.

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