Papá, mamá, en el cole se ríen de mi

Gravatar LetsFamily
Ana Torres -
31/10/2023 - Tiempo de lectura 4 mins
las burlas en el cole

Creo que a ningún padre le gustaría escuchar esta frase de boca de su hijo o hija. Escuchar la frase, ver la cara de tristeza por las burlas o incluso las lágrimas de impotencia que pueden surgir ante un hecho tan horrible, debe ser casi devastador para cualquier progenitor.

Ahora, con el comienzo de curso, toca adaptarnos a nuevas rutinas, a nuevos horarios, incluso es posible que toque una adaptación a un nuevo colegio o toque ir al cole por primera vez. No solo los más pequeños necesitan ese periodo de adaptación y vinculación a la nueva situación, sino que nosotros los adultos también necesitamos pasar por ella.

Los comienzos siempre suelen ser algo difíciles, hay nervios, llantos, despedidas eternas… Pero ¿qué pasa si algo se tuerce? ¿Qué pasa si nuestro pequeño o pequeña no se termina de adaptar a esta nueva etapa? O si realmente pasa algo grave de verdad.

Si notamos demasiado extraños a nuestros hijos durante bastante tiempo, debemos plantearnos que algo puede estar pasando en su entorno y quizá en esa adaptación. Debemos estar atentos a las señales que nos mandan, quizá no se atrevan a decirlo abiertamente, quizá pueden llegar incluso a sentir vergüenza de lo que está sucediendo.

Nosotros, como padres y madres debemos detectar el acoso y las burlas injustificadas.

“No basta amar a los niños, es preciso que ellos se den cuenta que son amados”

Don Bosco

¿Qué podemos hacer?

Debemos comprender que este tema es serio, que las burlas que hagan a nuestros hijos e hijas puede influir mucho en su autoestima y en su desarrollo óptimo.

Así que debemos:

  • Atender esas emociones que están sintiendo
  • Poner nombre a todo aquello que sienten cuando suceden esas burlas
  • Reforzar con nuestro amor, comprensión y cariño
  • Demostrando que estamos ahí y que pueden confiar en nosotros

Es nuestra responsabilidad educar en esa emoción y cuando sepan qué es lo que están sintiendo, vamos a ayudarles a que esa burla no afecte a su autoestima.

Para ello, lo más importante es:

  • Demostrar nuestro amor incondicional siempre hacia ellos y ellas
  • Demostrar que los queremos tal y como son, no los queremos por ser buenos, obedientes, altos, guapos o inteligentes
  • Los queremos con todas sus características, los queremos siempre y se lo demostramos

El papel de los padres ante las burlas a sus hijos

Si algún niño o niña, en el colegio, se ríe de nuestro hijo o hija por lo que sea, nuestro papel fundamental es apoyar, acompañar la emoción que siente y no dejar que eso se convierta en un defecto que le acompañe o le acompleje.

Debemos abordar esos pequeños complejos lo antes posible, haciendo así que su autoestima no tenga que verse influida por esas risas.

Otros recursos en los que nos podemos apoyar:

  • En la literatura infantil, existen muchos cuentos y álbumes ilustrados que nos pueden ayudar
  • Podemos inventarnos una historia exagerando aquello que provoca risa o rechazo y con un final feliz
  • Podemos hablar sin pudor de nuestros propios complejos y como hacemos para que no nos afecten.

Recordad: nosotros, los padres y madres, somos el espejo en el que se miran nuestros hijos, debemos acompañar y poner palabra a aquello que sienten, aunque en ocasiones pueda resultar duro también para nosotros, pero también debemos ser un ejemplo para ellos.

No podemos caer en la tentación de actuar bajo la premisa de “si se ríen de ti haz tú lo mismo” o incluso el famoso “si te pegan, pega”. Debemos ser ejemplo de serenidad y amor, de resolver los conflictos con palabras y no con malas actuaciones o malos ejemplos. Si estamos en una situación así de complicada, aunque resulte duro, es necesario ayudar emocionalmente a nuestro hijo o hija, no enfadarnos y abordarlo desde la violencia.

También lo podemos poner en conocimiento del tutor o profesor de forma que en el aula se aborde este tema desde la empatía, desde el ¿Y cómo te sientes tú en su lugar? Sin identificar directamente a los implicados, sino a toda la clase para que todos puedan practicar el ponerse en el lugar del otro.

¿Y qué sucede si es mi hijo/a quien se ríe y se burla de alguien?

Y ahora al revés… quizá os pueda llamar el tutor o tutora para deciros que esta vez ha sido vuestro hijo o hija quién se ha burlado de otro compañero o compañera.

En este caso… ¿Cómo abordaríamos la situación?

Al igual que antes desechábamos la idea del famoso “haz tu lo mismo” en este caso también deberíamos descartar…

  • Los gritos
  • Los castigos
  • Las malas formas para hacer ver o que aprendan que eso está mal.

Lo mejor para abordar una situación así es dando ejemplo de respeto a nuestro propio hijo o hija. Hablar, con tranquilidad, que nos cuente el problema que existe de fondo, quizá está pidiendo ayuda con sus actos y no somos conscientes.

Debemos trabajar esa empatía de la qua ya os he hablado, hacer ver como se sentiría en el lugar de ese niño o esa niña, animar y acompañar en esa expresión de sentimientos y emociones. Aquí la literatura también puede ayudarnos mucho, puede ayudar a ver ese punto de vista de la otra persona.

 

¿Y si queremos que pida perdón?

La mejor manera de aprender a pedir perdón es cuando tenemos a nuestro lado un ejemplo de perdón de verdad. ¿Pedimos perdón a nuestros hijos e hijas cuando nos equivocamos delante de ellos? Os vuelvo a repetir, que nosotros como padres y madres tenemos el poder de ser ese espejo y ese ejemplo para ellos.

La educación en la emoción, en el respeto por ti mismo y por los demás, en el hablar y expresar, es lo que realmente funciona para llegar al fondo de los problemas, para abordarlos y para solucionarlos.

No es fácil, ojalá tuviéramos una varita mágica con la que quitar los miedos, incertidumbres y malos momentos de nuestros hijos e hijas, pero como no puede ser así, nos queda nuestro ejemplo, nuestro saber estar y nuestro saber acompañar.

¡Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!

 

Artículo escrito por:

Ana Torres Rojo, experta en crianza respetuosa y directora de la web Mami me mima

mami me mima

¿Te ha gustado el artículo?

Índice de contenidos