La fruta, un básico en la merienda de tu hijo
Los expertos recomiendan que los niños coman tres piezas de fruta al día y la merienda es el momento ideal para ofrecérsela. Les dará la energía que necesitan para llegar a la cena sin demasiada hambre y con una dosis extra de vitaminas.
La fruta en la merienda
Solo hay que pasarse por un parque cualquier tarde para descubrir que a las frutas y los bocadillos de toda la vida les han salido duros competidores. Gusanitos, zumos industriales o bollería campan a sus anchas entre bicicletas y columpios… Sin embargo, hay una opción mucho más sencilla, barata y saludable. ¿Qué mejor que ofrecer a nuestro hijo un dulce, envuelto en su envase biodegradable, que además es un “chute” de energía? Estamos hablando del clásico plátano, pero son muchas las opciones a nuestra disposición para introducir fruta en el tentempié de media tarde.
¿Cómo ofrecer fruta a tus hijos en la merienda?
Si estamos en casa:
- Mezclada con yogur, en pedacitos pequeños o batida si a nuestro hijo no le gusta encontrárselos, resulta deliciosa. Eso sí, el yogurt debería ser natural sin azúcar, la fruta ya estaría aportando el dulzor necesario.
- En preparaciones originales: Recetas divertidas ayudarán a que los peques más reacios se animen a probar fruta. Por ejemplo, con una pera y uvas pinchadas en palitos podemos construir un delicioso erizo de fruta. Las brochetas con cuadraditos de diferentes variedades también suelen gustarles y resultan un relleno perfecto para unas deliciosas crepes.
En la calle:
- Uvas, arándanos, fresas, frambuesas, manzanas, mandarinas… La fruta se puede ofrecer entera (lavada) para que se la coman a bocados o pelada y cortada a trocitos (se le puede añadir unas gotitas de limón para que no se oxide). Lo ideal es ofrecer fruta de temporada. Así nos aseguramos de que está en su punto óptimo de maduración, nuestro bolsillo lo agradecerá y además es la opción más sostenible.
- Las galletas de avena con plátano (o con cualquier otra fruta blandita) son un clásico de las mamás al iniciar la alimentación complementaria del bebé y una buena manera de huir de las galletas comerciales sin que tu hijo se sienta “el raro del parque”. Lo único que hay que hacer es mezclar la misma cantidad de los dos ingredientes y hornearlas 5 minutos por cada lado.
Cuidado con los atragantamientos
Los alimentos pequeños y redondos (como las uvas) son de los que más riesgo de atragantamiento tienen, por eso hay que ofrecerlas cortadas por la mitad y a lo largo. Cuando son pequeños también hay que tener cuidado con el tema de huesos y pepitas. Hay que retirarlos y desecharlos (no dejarlos en el filo del plato) y ofrecer pedacitos acorde con la edad del niño. Frutas duras como la manzana también pueden producir atragantamientos si se desprende algún trozo. Lo ideal es darla principio cortada en rodajas muy finitas o meterla en el microondas para reblandecerla.
Consejos para aumentar el consumo de fruta entre los pequeños
Lleva fruta siempre encima
Los niños, sobre todo cuando son muy pequeños, no toleran bien las esperas cuando tienen hambre y los papás siempre solemos llevar algo de comer encima. ¿Por qué no llevar algo de fruta para esos momentos?
Fruta accesible en casa
Mantén un bol de fruta en un lugar visible y a mano de los niños. Si la ven es más probable que la demanden o la cojan ellos solos conforme se vayan haciendo más autónomos.
Predicar con el ejemplo
- Los niños no aprenden de lo que les decimos, sino de lo que ven. La mejor manera de que nuestros hijos coman fruta es que nos vean a nosotros hacerlo. Si no tenemos unos hábitos muy saludables, es un momento perfecto para cambiarlos. Toda la familia saldrá beneficiada.
Déjales participar:
- Que la cocina deje de ser territorio vedado para los niños. Si les dejamos que nos acompañen a hacer la compra y luego nos ayuden en las preparaciones tendremos más papeletas para que coman más sano o al menos se animen a probar cosas nuevas.