Mi hijo no tiene amigos
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Uno de los valores más bonitos de la infancia es el de la amistad. Si pensamos en los recuerdos de nuestra niñez, probablemente los mejores estén asociados a vivencias con amigos. Por eso, es bueno que tus hijos disfruten de momentos de juegos y complicidad con otros niños. Sin embargo, no todos los niños se relacionan fácilmente con otros de su edad, los hay que por su forma de ser les cuesta mucho más que a otros. Como padre o madre, si tu hijo no tiene amigos, es posible que te cuestiones si estás haciendo algo mal y puede que te preguntes qué decisiones deberías tomar para resolver un problema que puede acabar afectando a la confianza del pequeño.
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¿Por qué mi hijo no tiene amigos?
El carácter de tu hijo condicionará la manera de acercarse a otros niños, la cantidad de amigos que tenga y el tipo de relación que mantenga con ellos. Y es que, no todos tienen madera de líder, ni a todos les gusta siempre jugar en pandilla. Al igual que sucede con los adultos, cada niño es un mundo y hay que respetarlo. Lo importante es ver que tu hijo disfruta en los momentos en los que está con sus compañeros y que tiene relaciones de amistad sanas en las que no hay dependencias excesivas, ni chantajes, y en las que unos y otros se enriquecen mutuamente con sus aportaciones.
Hay veces que los padres nos preocupamos al comprobar que nuestros hijos prefieren estar solos en el parque o en un cumpleaños, momentos en los que están rodeados de otros pequeños y en los que podrían estar relacionándose con otros niños. Sin embargo, esto entra dentro de lo normal cuando se trata de niños menores de tres años. A partir de esta edad, nuestros hijos buscarán a otros niños para compartir experiencias. Es a partir de este momento cuando tienes que intentar que tu hijo sea sociable, respetando siempre su manera de ser.
¿Qué podemos hacer como padres?
- Si tu hogar es un lugar abierto donde es frecuente recibir la visita de amigos, es más fácil que tu hijo se convierta de forma natural en una persona sociable, y que se acostumbre a estar con otras personas y a relacionarse con ellas.
- Excepto que se dé alguna situación de peligro, intenta no intervenir en los juegos de tus hijos y sus amigos. Así aprenderán a resolver conflictos.
- Reserva tiempo para que tu hijo comparta experiencias fuera del horario escolar con sus compañeros del colegio. Eso le ayudará a tener mayor complicidad con ellos.
- Busca actividades con las que de verdad disfrute el pequeño y en las que tenga relación con otros niños de su edad, como deportes de equipo, teatro, campamentos urbanos…