Mi hijo se va de campamento por primera vez, ¿cómo sobrellevarlo?
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Aunque sabemos que cuando los niños se van de campamento de verano se lo pasan genial, supone un aprendizaje genial para ellos y les ayuda a desarrollar distintas capacidades, lo cierto es que para nosotros, como padres, no es fácil separarnos del peque de la casa y darnos cuenta de que ya no es ningún bebé.
Sin embargo, si te centras en lo positivo de la experiencia, te resultará mucho más fácil sobrellevarlo. Se trata de aceptar que nuestros hijos crecen y que, a partir de ahora, vivirán muchas experiencias que puede que compartan más con sus amigos que con nosotros. Eso no significa que nos dejen de lado. En ocasiones nos necesitarán más que nunca, pero mientras tanto es buena idea que ganen independencia.
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Consejos para la primera vez que los niños se van de campamento de verano
Para muchos padres, el primer campamento de verano de su hijo supondrá la primera vez que estarán varios días alejados de él. ¿Cómo sobrellevar esos larguísimos días en los que los niños se van de campamento de verano? Los siguientes consejos pueden echarte una mano a la hora de vivir su primera vez en un campamento.
Disfruta de cada etapa
Haz con él o ella la maleta, comenta lo bien que lo pasará con tantos niños de su edad, tranquilízale si tiene algún miedo… El momento previo al gran día es una buena ocasión para pasar más tiempo con tu hijo y disfrutar juntos de un paso muy emocionante en su vida.
Despedida sin dramas
¿Recuerdas la primera vez que dejaste a tu bebé en la guardería? Seguro que te costó soltarle de tus brazos, pero, para tranquilizarle, es probable que fingieras que no pasaba nada y le dijeras sonriendo que en unas horas os volveríais a ver. Pues bien, en esta ocasión tendrás que hacer algo parecido. Despídete de tu peque con naturalidad y de forma alegre y así evitarás transmitirle inseguridad. Encima, si él o ella están bien, será más fácil que tú también lo estés.
Aprovecha para hacer todas esas cosas para las que nunca tienes tiempo
Los primeros días serán los más complicados, por eso es buena idea mantenerte ocupada/o. Es un momento perfecto para hacer toda esa lista de cosas que te encantan y para las que nunca encuentras un hueco: una mañana en el spa, empezar ese libro, quedar con amigas/os… Aprovecha ahora que tienes más tiempo libre por unos días.
Descansa
Con el trajín del día a día solemos pasar por alto que a veces necesitamos parar y coger fuerzas. ¡Procura descansar y relajarte! Prueba a darte un buen baño, pasa más tiempo en la cama el fin de semana, prepárate un desayuno especial… Así te encontrarás mejor y con más energía.
No le llames constantemente
Si le has dejado un móvil para poder comunicarte con tu peque, procura no pasarte con las llamadas o los mensajes de WhatsApp. Permítete echarle de menos, pero no lo agobies. Lo mejor es marcar unas reglas: por ejemplo, quedar a una hora todos los días para hablar cinco minutos o enviaros algún que otro mensaje de texto para contaros qué tal. Así le dejarás su espacio, y eso también es bueno para ti.
Cambia los pensamientos negativos por positivos
Es frecuente que se nos pasen decenas de pensamientos inquietantes por la cabeza: ¿estará pasando hambre? ¿Se acordará de lavarse los dientes? ¿Y si se rompe una pierna jugando y yo no estoy allí para consolarle? ¿Se perderá en una excursión?
Para no martirizarte con esas ideas, procura pensar en todas las cosas positivas que le aportará la experiencia: nuevos amigos, más habilidades sociales, mejor desarrollo de sus capacidades, mayor autonomía… Convéncete de que es una experiencia muy positiva, porque lo cierto es que así es.