Origen de la adolescencia
Los dos últimos siglos de evolución humana, siglos en los que han cambiado más radicalmente los hábitos y costumbres para nuestra especie, son una anécdota en el total de la evolución de la misma.
Por lo tanto, situémonos, nuestro cerebro y nuestro cuerpo ha cambiado muy poco desde la caverna y mantiene las mismas estructuras y necesidades que hace miles de años.
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¿Cuál es el origen de la adolescencia?
El origen antropológico de la adolescencia es la subsistencia de la especie humana. Enviaban a estos individuos en busca de nuevos territorios, donde pudieran emparejarse con personas de su misma edad, que no fueran de su familia y evitar la desaparición de su comunidad en caso de inundaciones, sequias, y cualquier fenómeno meteorológico imprevisto o desastre natural.
Esto determina que los adolescentes debían tener un perfil muy concreto, para poder sobrevivir durante peligrosos viajes. Debían ser: arriesgados, sin conciencia del peligro, independientes de sus progenitores, pero dependientes de sus iguales, interesados por la novedad, orientados a la búsqueda de la satisfacción inmediata, desarrollando la maduración sexual y un especial interés por emparejarse.
¿Cómo se comportan los adolescentes?
Teniendo en cuenta la herencia antropológica, los adolescentes, en general, en algún momento o en la totalidad de su etapa ”pre-adulta” se comportan de la siguiente forma:
1. Valoran el premio más que el riesgo: utilizan las mismas estrategias cognitivas básicas que sus mayores y su habilidad para resolver problemas es la misma que la de los adultos normalmente. Esta sobrevaloración de riesgo se produce por razones que explicaremos más adelante… como por ejemplo el hecho de ocupar un puesto elevado en la jerarquía de su grupo de amigos.
2. Necesidad de independizarse: buscan la separación psicológica, así como cuestionar las creencias de los padres, esto favorece su desarrollo. De hecho, es lo correcto ya que tarde o temprano tendrán que “volar solos”, además de que el mundo en el que ellos vivirán como adultos no es el mismo que el de sus padres… “los consejos maternales/paternales” no son necesariamente lo que ellos necesitan para triunfar.
Dado que estamos inmersos en una revolución tecnológica, los expertos prevén que para el año 2050, la mitad de los empleos que existirán todavía no han sido creados, entonces se plantea una pregunta ¿Cómo podemos preparar a nuestros hijos para empleos y situaciones que no conocemos, porque todavía no existen?… mejor desarrollar el PENSAMIENTO CRITICO, incluido con respecto a nosotros.
3. Desean la compañía de los iguales (otros adolescentes): son antropológicamente sus compañeros de vida para el futuro. Para los adolescentes el hecho de ser rechazado por los iguales tiene el mismo valor que una amenaza física, se vive como una amenaza para su existencia. Oír voces de sus iguales es reconfortante para nuestro hija/a adolescente.
Piensa por un momento en adolescentes. Recordarás siempre un grupo amplio, de las “pandillas“ o grupos de amigos que hayas podido tener durante toda tu vida, la más amplia seguro fue durante la etapa de la adolescencia. A más amigos-compañeros, mayor plenitud, mayor seguridad.
4. Rechazan la autoridad: hace millones de años, no tenían esa figura. Nadie que les impidiera tomar sus propias decisiones. Eran genéticamente impulsivos, se encontraban con obstáculos y situaciones nuevas, que resolvían de forma rápida si querían sobrevivir en un mundo hostil. Para ello el desarrollo cerebral que sufren en esta etapa, facilita la impulsividad, mientras que la parte del cerebro que “mide las consecuencias”, se desarrolla al final de la adolescencia, sobre los 20 años en general.
5. Les interesa la novedad por encima de todo: Es una etapa vital en que se recibe con mucho más interés que el resto de su existencia.
6. Necesitan gratificación inmediata: mañana queda muy lejos, esto lo comparten con los niños (de hecho, en este caso el tiempo pasa más lento). Va evolucionando con la edad, hasta los 34 años, en que esta necesidad pasa a un plano secundario.
En esta etapa por razones obvias se produce la maduración sexual del aparato reproductor y de las características sexuales secundarias, ciclo menstrual en caso de las niñas. Se tienen que preparar para reproducirse.
Por eso aumenta el interés por mejorar su imagen y la forma física. Para ellos pasa a un primer lugar, tienen que convertirse en individuos atractivos. Y como hemos comentado anteriormente, son muy susceptibles a la aceptación y al rechazo de los demás, a nivel de amenaza de su supervivencia (Inconscientemente).
7. La presión social aumenta de forma muy importante. Auto-cuestionándose constantemente.
8. En todas las etapas de la vida las relaciones ocupan un alto porcentaje de nuestras conversaciones, y por lo tanto, de nuestros pensamientos. Pero es durante la adolescencia cuando ese tema acapara el 100% de nuestros pensamientos.
¿Qué ocurre si no hay apoyo?
Las adicciones, el suicidio, la violencia o enfermedades mentales son resultado de la suma de todos los factores anteriores aplicados a un cerebro en desarrollo, revolucionado por las hormonas y sin apoyos.
Son individuos especialmente vulnerables, antropológicamente preparados para una vida muy diferente a la que están llevando, usan las herramientas que les da la naturaleza de un modo equivocado, por ello desde esta conciencia, por favor no les demos “armas” para que se haga daño.
Observar su comportamiento para detectar posibles desvíos, trabajar en el desarrollo de su pensamiento crítico y ganar su confianza son herramientas que como madres/padres podemos utilizar en esta etapa vital.
Artículo escrito por: Pilar García Gil, Coach de adolescentes y familias