El papel de los niños frente al divorcio
En España, el 82% de las separaciones son de parejas con hijos. Un alto porcentaje que nos puede llevar a una reflexión sobre cómo viven los niños y niñas el divorcio, como cambia su día a día en el hogar o cómo puede incluso afectar a su desarrollo emocional una mala gestión de esta separación por parte de los progenitores.
Nosotros, como adultos y padres, tenemos la gran responsabilidad de, llegado el momento de la separación, ser conscientes de que estos pequeños están ahí y son la parte vulnerable a la que hay que ayudar, respetar, acompañar y proteger siempre.
Lo primero que debemos hacer en casa, una vez que se haya tomado la decisión de esta separación es hablar con los niños. Este diálogo con los pequeños debe ser adecuado para su edad, si tenemos niños de diferentes edades, debemos explicar todo de manera que todos lo comprendan.
“Para que un niño pueda hacerse a la separación o divorcio de sus padres con éxito, sin que aparezcan esos temidos problemas psicológicos, hay que saber responder a las diferentes necesidades que él va presentando”
Maribel Gámez
Índice de contenidos
¿Cómo podemos hablar del tema de la separación con los hijos?
- En familia, todos juntos, asumiendo la responsabilidad
- Con el respeto, tanto hacia los niños como entre los propios padres, como bandera de este diálogo
- Con un vocabulario apto y adecuado
- Respondiendo siempre a sus preguntas
- No mostrando culpables
- Demostrando siempre el amor incondicional que se siente hacia ellos, para que no lleguen a sentirse culpables de la situación
Es importante ser claros y sinceros siempre con los niños, tengan la edad que tengan, sin dar por supuesto nada, sin restar importancia a nada.
Los adultos deben llegar a un acuerdo lo más pronto y lo más pacífico posible, velando siempre por la seguridad emocional de los niños.
Podemos optar por:
- Hacer los nuevos horarios de la familia de manera que las rutinas ya establecidas se modifiquen lo menos posible
- Intentar que los momentos con cada progenitor sean equitativos en tiempo
- Velar siempre por el bienestar de los pequeños
- Explicarles con anterioridad lo que vamos a hacer con ellos, con quién estarán esa tarde o el fin de semana o las vacaciones
Lo que afecta a los niños y niñas no es la separación de los padres en sí, sino la mala gestión que estos pueden hacer de la situación.
Cuando se va a producir esta separación, todos los miembros de la familia van a pasar por momentos muy duros, pero no debemos olvidar que nosotros como adultos podemos tener recursos para ir superándolo, pero son los peques quienes dependen de sus padres para entender lo que está ocurriendo.
Cómo ayudar a los niños en un divorcio
- Hablar abiertamente de lo que todos sentimos
- Mostrar también nuestras emociones, sin miedo a llorar o a sentirnos tristes
- Mostrar al otro progenitor como una parte importante de la vida del peque
- Intentar que siga las rutinas como antes de la separación
- Informar también en la escuela o en el colegio de la nueva situación, para que puedan recibir el apoyo necesario desde ahí
Los niños pueden seguir sintiendo las dudas e inseguridades del divorcio de sus padres hasta 2 o 3 años después, por eso siempre tenemos que estar dispuestos a contestar a sus preguntas, aunque las creamos ya resueltas porque todo sucedió hace tiempo, además de:
- Entender, apoyar y acompañar esa pérdida que ha supuesto para ellos que uno de sus padres no esté conviviendo en el hogar
- Estar siempre disponibles para el diálogo respetuoso, aunque tu hijo te hable de tu expareja
- Nunca dar por hecho que saben algo si no se lo hemos explicado previamente
- Llevar siempre la responsabilidad parental por encima de todo y ante todas las situaciones
Debemos tener en cuenta, que, en una separación, la parte más vulnerable y la que más va a sufrir siempre, son los hijos.
Que no deberíamos hacer en estos casos
Y lo que nunca debemos hacer con ellos, ni durante la separación ni a lo largo de los años que debemos tener de relación tanto con la expareja como con los hijos…
- Utilizar los chantajes con los pequeños, como “No le digas a mamá que hemos estado con Tal para que no se enfade ¿vale?”
- Hablar mal o con faltas de respeto de tu expareja delante de los hijos
- Cambiar planes con ellos a última hora
- Utilizar la mentira o la manipulación para perjudicar al otro progenitor
- Tener enfrentamientos o discusiones delante de ellos
- Dar responsabilidades o tomas de decisiones a los hijos que no les corresponden
Las separaciones nunca son fáciles, la situación en la vida familiar y emocional de la familia cambia drásticamente y cada caso de separación es muy personal y particular.
Pero debemos ser adultos conscientes y coherentes, sabiendo que los niños nunca son culpables, pero sí son quienes más sufren las consecuencias del divorcio, así que, por su bien, por su felicidad, por su futuro, seamos siempre padres responsables.
¡Muchas Gracias Familias! Y ¡Feliz Crianza!
Artículo escrito por:
Ana Torres Rojo, experta en crianza respetuosa y directora de la web Mami me mima