Poesía para niños: los mejores poemas infantiles
Este artículo trata de:
La poesía para niños les nutre el alma y aumenta su imaginación y creatividad. Igual que los cuentos infantiles, los poemas son una forma más de expresión y de conocer e, incluso, crear nuevos mundos. Con vistas en el Día del Libro (y nuestro amor infinito por la lectura), os dejamos una recopilación de algunos de nuestros poemas infantiles favoritos.
poesía.
(De lat. poēsis, y este del gr. ποίησις).
f. Manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa.
Poemas infantiles cortos
La poesía para niños está llena de historias bonitas y breves para tus peques. Si tu hijo/a es muy fanático/a de la literatura, incluso podría memorizar alguno que otro y recitarlo siempre que le apetezca. ¡Aquí algunos de los mejores poemas cortos para niños!
Índice de contenidos
El dentista en la selva (Gloria Fuertes)
Por la mañana el dentista de la selva trabajó intensamente con un feroche cliente. Era el rey de la jungla, era un león imponente, con colmillos careados y que le faltaba un diente. Por la tarde y dijo el doctor dentista a su enfermera reciente: —pon el cartel en la choza, no recibo más pacientes, ha venido un cocodrilo que tiene más de cien dientes.
Un desfile numeral (Carlos Reviejo)
Con este desfile terminamos ya. Marchado, deprisa, los números se van. Primero va el Uno, que es el general, porque de los números es el mandamás. El Dos es un cabo, y el Tres, capitán. El Cuatro y el Cinco desfilan detrás. El Seis con el Siete no paran de hablar. El Ocho está cojo y no puede andar. El Nueve les dice: —¡Más formalidad! Y el Cero, enfadado, rodando se va.
Los ratones (Lope de Vega)
Juntáronse los ratones para librarse del gato; y después de largo rato de disputas y opiniones, dijeron que acertarían en ponerle un cascabel, que andando el gato con él, librarse mejor podrían. Salió un ratón barbicano, colilargo, hociquirromo y encrespando el grueso lomo, dijo al senado romano, después de hablar culto un rato: ¿Quién de todos ha de ser el que se atreva a poner ese cascabel al gato?
La tos de mi muñeca (Germán Berdiales)
Como mi linda muñeca tiene un poquito de tos, yo, que en seguida me aflijo, hice llamar al doctor. Serio y callado, a la enferma largo tiempo examinó, ya poniéndole el termómetro, ya mirando su reloj. La muñeca estaba pálida, yo temblaba de emoción, y, al fin, el médico dijo bajando mucho la voz: Esta tos solo se cura con un caramelo o dos.
Las siete vidas del gato (Rafael Pombo)
Preguntó al gato Mambrú el lebrel Perdonavidas: —Pariente de Micifú, ¿qué secreto tienes tú para vivir siete vidas? Y Mabrú le contestó: —Mi secreto es muy sencillo, pues no consiste sino en frecuentar como yo el aseo y el cepillo.
Mariposa del aire (Federico García Lorca)
Mariposa del aire, qué hermosa eres, mariposa del aire, dorada y verde. Luz del candil, mariposa del aire, ¡quédate ahí, ahí, ahí! No te quieres parar, pararte no quieres. Mariposa del aire dorada y verde. Luz del candil, mariposa del aire, ¡quédate ahí, ahí, ahí! ¡Quédate ahí! Mariposa, ¿estás ahí?
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Pegasos, lindos pegasos (Antonio Machado)
Pegasos, lindos pegasos, caballitos de madera. Yo conocí siendo niño, la alegría de dar vueltas sobre un corcel colorado, en una noche de fiesta. En el aire polvoriento chispeaban las candelas, y la noche azul ardía toda sembrada de estrellas. ¡Alegrías infantiles que cuestan una moneda de cobre, lindos pegasos, caballitos de madera!
Descarga gratis ‘Pegasos, lindos pegasos’ de Antonio Machado
Parejas (Gloria Fuertes)
Cada abeja con su pareja. Cada pato con su pata. Cada loco con su tema. Cada tomo con su tapa. Cada tipo con su tipa. Cada pito con su flauta. Cada foco con su foca. Cada plato con su taza. Cada río con su ría. Cada gato con su gata. Cada lluvia con su nube. Cada nube con su agua. Cada niño con su niña. Cada piñón con su piña. Cada noche con su alba.
Poemas infantiles más largos
Algunas de las mejores poesías para niños ocupan un poco más de espacio y son un pelín más largas. Eso solo quiere decir que tu peque disfrutará aún más rato de la lectura de uno de estos poemas infantiles. Te aseguramos que cuentan historias maravillosas… Algunos son relatos fantasiosos y otros enseñan sobre las estaciones del año (como la poesía infantil sobre la primavera o el otoño).
A Margarita Debayle (Rubén Darío)
Margarita está linda la mar, y el viento, lleva esencia sutil de azahar; yo siento en el alma una alondra cantar; tu acento: Margarita, te voy a contar un cuento: Esto era un rey que tenía un palacio de diamantes, una tienda hecha de día y un rebaño de elefantes, un kiosko de malaquita, un gran manto de tisú, y una gentil princesita, tan bonita, Margarita, tan bonita, como tú. Una tarde, la princesa vio una estrella aparecer; la princesa era traviesa y la quiso ir a coger. La quería para hacerla decorar un prendedor, con un verso y una perla y una pluma y una flor. Las princesas primorosas se parecen mucho a ti: cortan lirios, cortan rosas, cortan astros. Son así. Pues se fue la niña bella, bajo el cielo y sobre el mar, a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar. Y siguió camino arriba, por la luna y más allá; más lo malo es que ella iba sin permiso de papá. Cuando estuvo ya de vuelta de los parques del Señor, se miraba toda envuelta en un dulce resplandor. Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho? te he buscado y no te hallé; y ¿qué tienes en el pecho que encendido se te ve?». La princesa no mentía. Y así, dijo la verdad: «Fui a cortar la estrella mía a la azul inmensidad». Y el rey clama: «¿No te he dicho que el azul no hay que cortar?. ¡Qué locura!, ¡Qué capricho!... El Señor se va a enojar». Y ella dice: «No hubo intento; yo me fui no sé por qué. Por las olas por el viento fui a la estrella y la corté». Y el papá dice enojado: «Un castigo has de tener: vuelve al cielo y lo robado vas ahora a devolver». La princesa se entristece por su dulce flor de luz, cuando entonces aparece sonriendo el Buen Jesús. Y así dice: «En mis campiñas esa rosa le ofrecí; son mis flores de las niñas que al soñar piensan en mí». Viste el rey pompas brillantes, y luego hace desfilar cuatrocientos elefantes a la orilla de la mar. La princesita está bella, pues ya tiene el prendedor en que lucen, con la estrella, verso, perla, pluma y flor. * * * Margarita, está linda la mar, y el viento lleva esencia sutil de azahar: tu aliento. Ya que lejos de mí vas a estar, guarda, niña, un gentil pensamiento al que un día te quiso contar un cuento.
Doña Primavera (Gabriela Mistral)
Doña Primavera viste que es primor, viste en limonero y en naranjo en flor. Lleva por sandalias unas anchas hojas, y por caravanas unas fucsias rojas. Salid a encontrarla por esos caminos. ¡Va loca de soles y loca de trinos! Doña Primavera de aliento fecundo, se ríe de todas las penas del mundo... No cree al que le hable de las vidas ruines. ¿Cómo va a toparlas entre los jazmines? ¿Cómo va a encontrarlas junto de las fuentes de espejos dorados y cantos ardientes? De la tierra enferma en las pardas grietas, enciende rosales de rojas piruetas. Pone sus encajes, prende sus verduras, en la piedra triste de las sepulturas... Doña Primavera de manos gloriosas, haz que por la vida derramemos rosas: Rosas de alegría, rosas de perdón, rosas de cariño y de exultación.
El gallo despertador (Gloria Fuertes)
Kikirikí, estoy aquí, decía el gallo Colibrí. El gallo Colibrí era pelirrojo, y era su traje de hermoso plumaje. Kikirikí. Levántate campesino, que ya está el sol de camino. —Kikirikí. Levántate labrador, despierta con alegría, que viene el día. —Kikirikí. Niños del pueblo despertad con el ole, que os esperan en el "cole". El pueblo no necesita reloj, le vale el gallo despertador.
Los sueños (Antonio Machado)
El hada más hermosa ha sonreído al ver la lumbre de una estrella pálida, que en hilo suave, blanco y silencioso se enrosca al huso de su rubia hermana. Y vuelve a sonreír porque en su rueca el hilo de los campos se enmaraña. Tras la tenue cortina de la alcoba está el jardín envuelto en luz dorada. La cuna, casi en sombra. El niño duerme. Dos hadas laboriosas lo acompañan, hilando de los sueños los sutiles copos en ruecas de marfil y plata.
El Reino del Revés (María Elena Walsh)
Me dijeron que en el Reino del Revés nada el pájaro y vuela el pez, que los gatos no hacen miau y dicen yes, porque estudian mucho inglés. Vamos a ver cómo es el Reino del Revés. Me dijeron que en el Reino del Revés nadie baila con los pies, que un ladrón es vigilante y otro es juez, y que dos y dos son tres. Vamos a ver cómo es el Reino del Revés. Me dijeron que en el Reino del Revés cabe un oso en una nuez, que usan barbas y bigotes los bebés, y que un año dura un mes. Vamos a ver cómo es el Reino del Revés. Me dijeron que en el Reino del Revés hay un perro pekinés, que se cae para arriba y una vez... no pudo bajar después. Vamos a ver cómo es el Reino del Revés. Me dijeron que en el Reino del Revés un señor llamado Andrés que tiene 1530 chimpancés que si miras no los ves. Vamos a ver cómo es el Reino del Revés. Me dijeron que en el Reino del Revés una araña y un ciempiés van montados al palacio del Marqués en caballos de ajedrez. Vamos a ver cómo es el Reino del Revés.
Cómo se dibuja una señora (Gloria Fuertes)
Se dibuja un redondel con un lápiz o un pincel, con mucho pelo, mucho moño, ojos, cejas y un retoño; nariz chata de alpargata, las orejas como almejas, los pendientes, relucientes, las pestañas como arañas, la boca de pitiminí doña Sara es así. El cuerpo, otro redondel grande como un tonel y en él se dibuja ahora la falda de la señora; las piernas flacas, los zapatos de tacón con hebilla y con pompón. ¡Qué señora tan señora, doña Sara, servidora!
Con tal de que duermas (Gabriela Mistral)
La rosa colorada cogida ayer; el fuego y la canela que llaman clavel; el pan horneado de anís con miel, y el pez de la redoma que la hace arder: todito tuyo hijito de mujer, con tal que quieras dormirte de una vez. La rosa, digo: digo el clavel. La fruta, digo, y digo que la miel; y el pez de luces y más y más también, ¡con tal que duermas hasta el amanecer!
Beneficios de la poesía para niños
Igual que pasa con los cuentos infantiles y la narrativa enfocada a los peques, los poemas repercuten en los infantes a nivel tanto emocional como neuronal. Así que, para acabar este artículo, dejamos aquí algunos de los beneficios que aporta la poesía a los niños:
- Ejercita su memoria
- Aumenta su vocabulario y su oratoria
- Mejora su comunicación, enseñándole que hay muchas formas de expresarse
- Pone en marcha su imaginación y creatividad
- Promueve su aprendizaje y sus habilidades de lectoescritura