Pubertad precoz y pubertad tardía

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21/12/2021 - Tiempo de lectura 2 mins

En muchos de los casos, lo más preocupante de la pubertad precoz o la pubertad tardía son las consecuencias psicológicas y emocionales que tiene para los chicos, que se ven distintos al resto. Por eso si es el caso de tu hijo, préstale especial atención intentando que se sienta aceptado y que entienda los cambios (o la ausencia de ellos) que está sufriendo su organismo.

Se considera pubertad precoz al inicio del desarrollo sexual a una edad más temprana de la que se considera normal. Si hablamos de un niño consideraríamos precoz los 9 años y si hablamos de niñas, los 8 años.

Por el contrario hablamos de pubertad tardía cuando existe un retraso en este sentido; 13 años en el caso de las niñas y 14 en el de los niños.

La pubertad precoz es más frecuente en el caso de las niñas y se detecta porque el pecho y el vello púbico aparecen antes de los 8 años. En el caso de los niños porque además de aparecer vello púbico antes de los 9 años, aumenta el tamaño del pene y los testículos.

Debes ir al médico, si tu hija ya ha cumplido los dieciséis años y aún no tiene la menstruación. Es importante seguir las indicaciones médicas teniendo en cuenta las causas de la precocidad o el retraso en el desarrollo. Tanto para un caso como para otro, existen tratamientos que pueden frenar o acelerar la producción de hormonas.

En ninguno de los dos casos hablamos de algo grave, pero debes tener en cuenta que sí puede tener consecuencias desagradables para tu hijo o hija, que puede sentirse inseguro o rechazado por sus compañeros. En muchos de los casos de la pubertad precoz o tardía, las consecuencias psicológicas y emocionales son las más preocupantes y a las que más atención hay que prestar. Ofrécele todo tu apoyo y cariño para que en este momento más que nunca, se sienta querido.

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