Qué es el acoso escolar o bullying

El bullying o también llamado acoso escolar es una situación muy común en nuestros centros escolares. Mucho más de lo que nos podemos imaginar. Actualmente diversos estudios sitúan y señalan que entre un 20 % y 60 % de niños, niñas y adolescentes han sufrido acoso escolar en algún momento de su vida escolar.

¿Qué es el acoso escolar?

Para facilitar el entendimiento de qué es, definiré de manera precisa el acoso escolar o bullying:

El bullying es la vivencia y exposición que padece y sufre un niño/a a daños psicológicos, físicos, insultos, vejaciones, agresiones o menosprecios en el entorno escolar de forma intencionada, continua y repetida. Puede ser realizada por una sola persona o por un grupo de compañeros/as del colegio.

La persona o personas que realizan el bullying se les llama ACOSADOR/ES. La persona que padece el acoso se le llama VÍCTIMA. En toda situación de acoso escolar hay observadores pasivos o activos de la situación. Esta situación de observadores, potencia y agudiza la dinámica de agresión y maltrato.

Se encuentra de manera ascendente en función a la edad. A más mayores más incidencia y mayor crueldad, siendo su pico máximo en la adolescencia.

El acosador/es se aprovechan de cualquier debilidad de la víctima. Las debilidades pueden ser:

• Características físicas diferenciales: gafas, tipo de cuerpo. Tartamudeos, tics…
• Cualquier tipo de enfermedad o minusvalía.
• Situación social desfavorable.
• Situación económica diferencial de otros compañeros.
• Desorganización familiar.

En cambio, es muy difícil establecer un perfil o características del acosador. Desde mi experiencia, no se encuentra un perfil tipológico que pueda favorecer la prevención y detección del acosador. A veces, incluso responde a que la situación es divertida.

Sí que podría destacar que el acosador no tiene empatía con la víctima. Por tanto, no es capaz de ponerse en su lugar y sentir el sufrimiento que la víctima está padeciendo. El género del acosador es indistinto, tanto puede ser niño como niña.

El bullying escolar se puede producir en cualquier momento y lugar del entorno escolar:

• En la entrada del centro escolar.
• En el autocar del colegio.
• En las clases y entre clases.
• En el patio.
• En el comedor.
• En las salidas, las excursiones, en extraescolares.
• Se produce en presencia o ausencia del profesor.

El punto más importante que podemos destacar es que la víctima puede desarrollar una serie de trastornos psicológicos que afectan directamente a su salud. Si esta situación perdura en el tiempo, nos podemos encontrar con adultos que han cronificado los síntomas, condicionando totalmente su vida. En casos extremos, nos hemos encontrado en conductas autodestructivas, autolíticas e incluso suicidios.

Tipos de bullying

• Acoso verbal: se basa en el acoso a través del lenguaje a base de insultos, menosprecios, descalificativos, motes, amenazas, coacciones…
• Acoso físico: robarle el almuerzo, quitarle el dinero, golpearle, pegarle, tirarle cosas…
• Acoso social: influir sobre el grupo clase para que generen en común una dinámica de aislamiento. No invitarle a fiestas, que nadie se quiera sentar a su lado, que nadie juegue con él en el patio….
• Cyberbullying: se trata del acoso a través de las tecnologías, para difundir fotos, mensajes… este tipo de acoso es el que más ha aumentado de manera exponencial, es totalmente anónimo, de rápida difusión y propagación. Además, este tipo de acoso puede realizarse a cualquier hora y cualquier día de la semana.
• Acoso sexual: es todo aquel acoso vinculado a actos sexuales. También se considera acoso sexual menospreciar a un niño/a por su orientación sexual.

Consecuencias del acoso escolar o bullying

• Baja autoestima y autoconcepto (percepción de quién y cómo soy)
• Ansiedad
• Trastornos del sueño: terrores nocturnos, insomnio
• Depresión
• Fobia escolar, agorafobia
• Fracaso escolar.
• Cuadros severos de introversión.
• Inseguridades
• Intentos de hacerse daño
• En casos extremos: suicidio

La prevención y anticipación es determinante para minimizar los síntomas en la víctima. Aspectos que he comentado en mis anteriores artículos como la comunicación emocional o los vínculos emocionales son determinantes para la prevención.