¿Qué es la disfasia infantil?
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La disfasia infantil es uno de los trastornos del lenguaje más difíciles de diagnosticar. Conoce los signos de alerta, los síntomas y los tratamientos en caso de disfasia para que puedas actuar a tiempo.
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¿Qué es la disfasia infantil?
La disfasia infantil es un trastorno del lenguaje que se manifiesta en una alteración en la expresión y comprensión de éste. Los niños con disfasia tienen dificultad para encontrar las palabras correctas y suelen utilizar gestos y mímica para darse a entender.
La disfasia o el trastorno específico del lenguaje (TEL) se produce en niños con una capacidad intelectual, auditiva y psicológica normal. Se trata de un trastorno neurológico cuyas causas no están bien definidas, aunque existen teorías que apuntan a una lesión cerebral o falta de oxígeno al nacer, un traumatismo craneoencefálico durante el parto o a enfermedades infecciosas como la meningitis, que afectan al sistema nervioso central.
Las principales consecuencias son el aislamiento social del pequeño debido a la dificultad para expresarse y comprender y un bajo rendimiento académico que afecta sobre todo al aprendizaje de la lectura y escritura.
Si tu hijo no emite sonidos a partir de los 3 meses y no pronuncia las sílabas correctamente a los 8 meses, mantente alerta. Los niños con algún tipo de disfasia suelen pronunciar sus primeras palabras después de los 3 años.
Síntomas de la disfasia infantil
- Vocabulario pobre.
- Dificultad para utilizar pronombres personales, preposiciones y conjunciones.
- Suelen utilizar los verbos en infinitivo.
- Dificultad para recordar y repetir frases largas.
- Omite varios elementos gramaticales cuando crea alguna frase.
- Para expresarse, suele recurrir a los gestos y la comunicación no verbal.
Qué hacer si el niño tiene disfasia
La disfasia se puede superar poco a poco con ayuda de la familia y el centro escolar. Busca ayuda de un terapeuta y ten paciencia. La rehabilitación del niño con disfasia puede ser larga. Necesitaréis constancia y confianza para ver resultados.
Podéis hacer ejercicios de discriminación auditiva para distinguir nuevos sonidos, trabajar la memoria auditiva, juegos para aumentar el vocabulario, ejercicios buco-faciales (de soplo, movimientos de la lengua, respiración, abrir y cerrar la boca…) y otras actividades para mejorar la comprensión verbal del niño.