Qué hacer si tu hijo se parte un diente
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A partir de los seis años nuestros hijos ganan mucha autonomía y suele ser a esa edad a la que empiezan a practicar más deporte en las actividades extraescolares. Es el momento en el que los dientes de leche incisivos están a punto de caerse o bien los definitivos están recién salidos. Y justo a esa edad los adultos dejamos de supervisar cada movimiento que nuestros hijos dan. En este tramo de edad, entre los 6 y los 9 años, según la Asociación Española de Pediatría es cuando más traumatismos dentales ocurren. Te explicamos qué hacer si el niño se ha partido un diente.
¿Qué hacer cuando un niño se ha partido un diente?
«Se me ha partido un diente»… Esta es una frase que te puede decir tu hijo si ha tenido un golpe o ha sufrido un accidente mientras estaba jugando ¿Qué deberíamos hacer en un caso así?:
- En primer lugar disminuir la ansiedad del niño, que en estos momentos está muy acentuada. Para ello nada mejor que los adultos también estén tranquilos. Así podréis valorar bien la situación.
- Si tiene todos los dientes en la boca, valorar, con mucho cuidado, si se mueven o si falta algún fragmento de diente.
- Tanto si los dientes se mueven como si el niño no muerde igual que antes, hay que acudir al centro odontológico de referencia.
- Si los dientes no se mueven, el niño muerde igual que antes y le falta un fragmento de diente, hay que buscar el fragmento y, si éste es de tamaño grande, guardarlo, evitando que se deshidrate, y acudir a su centro odontológico de referencia. Si la parte rota es pequeña, el dentista pulirá el diente, pero si es grande, pegará el trozo roto al diente con unos adhesivos especiales.
- Si falta algún diente, en primer lugar hay que buscarlo y, en caso de encontrarlo, sin frotarlo, guardarlo en leche o suero fisiológico (o en saliva, si no se dispone de ninguno de los medios anteriores) y acudir cuanto antes al dentista.
- No debes raspar la raíz del diente. El dentista lo reimplantará si es un diente definitivo.
En ocasiones, los traumatismos dentales en los bebes pasan desapercibidos hasta que los padres detectan un cambio en la coloración (sobre todo de los incisivos superiores), que puede ser gris, amarillenta o rosada. Esto se produce como consecuencia de una inflamación o muerte del nervio del diente. En estos casos también es importante que vayas cuanto antes al dentista infantil, que valorará el tratamiento más adecuado para este diente.