La relación entre la felicidad de tus hijos y una habitación bonita

Un dicho muy habitual es ese de que “la felicidad está en las pequeñas cosas”. Desde que nacen, nos damos cuenta de que la de nuestros hijos muchas veces se encuentra en esos pequeños detalles e instantes que consiguen sacarles una sonrisa: una tarde de juegos en el parque, una escapada a la playa, una visita a los abuelos… Según crecen, los niños cambian sus gustos y encuentran esos momentos de bienestar y felicidad en otros lugares, como su habitación. A continuación veremos cómo crear una bonita habitación juvenil en la que nuestros hijos se sientan a gusto y felices.

Relación entre felicidad y la habitación de nuestros hijos

Y es que, lo queramos o no, nuestros pequeños crecerán y elegirán pasar cada vez más tiempo en su habitación. Dormir, estudiar, descansar, mirar el móvil, estar con los amigos/as… poco a poco el dormitorio se convertirá en su cueva, en su dulce hogar, en su fortaleza inexpugnable.

Contar con un espacio en el que se sientan a gusto será primordial cuando lleguen a la adolescencia y durante los primeros años de su juventud. A esa edad buscarán un lugar en el que sentirse seguros, protegidos y que les ofrezca una cierta intimidad; un ambiente que les permita concentrarse en sus estudios y que les ayude a potenciar su creatividad; un sitio en el que poder descargar sus emociones en unos años claves en su vida. Y, en la mayoría de los casos, ese lugar será su habitación.

En este sentido, deberíamos prestar atención a dos aspectos importantes: primero, que la habitación se adapte a la edad del niño, reflejando unos gustos y aficiones que irán cambiando con el paso de los años. Segundo, deberíamos contar siempre con su opinión, especialmente cuando esa habitación infantil repleta de recuerdos de su niñez se convierta en una habitación juvenil bonita y práctica.

En resumen, si somos capaces de crear una habitación infantil o juvenil en la que nuestros hijos estén contentos y se sientan bien, habremos conseguido uno de los objetivos primordiales que nos marcamos como padres: pequeños momentos de felicidad para ellos.

Cómo crear una habitación juvenil bonita en la que nuestro hijo sea feliz

Para conseguir tener una habitación juvenil bonita y acogedora en la que nuestro hijo sea feliz, tendremos que prestar atención a cada uno de los elementos que la componen, tales como iluminación, color, mobiliario…

La iluminación de la habitación juvenil

El primero de los elementos que deberíamos tener en cuenta para crear un dormitorio infantil o juvenil atractivo es la luz. Y es que, es increíble cómo una buena iluminación puede llegar a cambiar un espacio e influir en el estado de ánimo de las personas. 

Por supuesto, la habitación de nuestros hijos debería contar con una ventana exterior que permita la entrada de luz natural, importantísima para que el niño o joven pueda desarrollar actividades tales como estudiar o leer. En cuanto a la luz artificial, conviene que sea suave y que no se limite solo a la luz del techo, sino que el espacio cuente con varios puntos de luz (por ejemplo, una lámpara en el techo, otra más tenue sobre la cama y un flexo para estudiar). Por último, deberíamos apostar por luces LED que desde hace algunos años se han convertido en las auténticas protagonistas en lo que a iluminación se refiere en muchos de los hogares.

El color

Y si la iluminación en la habitación de nuestro hijo es importante para su felicidad, ¿qué decir del color del dormitorio? Desde hace muchos años, Márketing, Psicología y otras ramas han venido estudiando cómo afecta cada color al estado de ánimo de las personas. Así, el amarillo es sinónimo de alegría, el rojo de pasión, el blanco de pureza, el azul de tranquilidad, el verde de naturaleza y esperanza…

Para una habitación infantil podemos optar por colores alegres y divertidos, como el amarillo. Sin embargo, para una habitación juvenil deberíamos elegir aquellos que transmitan calma, sosiego y paz y que favorezcan la concentración y la creatividad del adolescente. El blanco, el azul, el verde o el gris (utilizados siempre en tonos suaves o pasteles) pueden ser una gran apuesta.

La temperatura

Por muy bonita que sea la habitación, nuestro hijo nunca se sentirá cómodo si en ella hace mucho frio o demasiado calor. Se recomienda que la temperatura de la habitación ronde los 20º y 21º durante el día y los 18º por la noche. Además, deberíamos tener en cuenta otros detalles como que el suelo de madera es más cálido que otros tipos de suelo, o que una alfombra en lugares estratégicos como debajo del escritorio o junto a la cama, contribuirán a aumentar esa sensación de bienestar y calidez.

La distribución de la habitación de nuestros hijos

Otro aspecto clave para lograr crear una habitación juvenil espaciosa y acogedora es la distribución del espacio. Aunque tener una habitación llena de trastos suele estar en el ADN de muchos jóvenes, lo cierto es que el desorden solo transmite sensación de caos y agobio. Algunos puntos que deberíamos tener en cuenta en cuanto a la distribución del dormitorio juvenil son:

• Antes de comenzar deberíamos medir el espacio con el que contamos y analizar cómo será la distribución de los muebles más grandes, teniendo siempre en cuenta ciertos aspectos como la situación de la ventana, de los puntos de luz o de interruptores y enchufes.
• No debería haber elementos que impidan el paso.
• Si el espacio es grande, sería conveniente dividir la habitación en zonas: una para descansar, otra para estudiar y una tercera para el esparcimiento y el ocio, en donde nuestro hijo pueda leer, hablar con sus amigos o desarrollar sus aficiones.
• Para ahorrar espacio podemos optar por camas abatibles o que cuenten con sistemas de almacenaje.
• La mesa de estudio sí que se debería colocar cerca de la ventana con el fin de aprovechar la luz natural durante el día.

Los muebles en la habitación juvenil

Llegamos a uno de los puntos más importantes para lograr una habitación juvenil bonita y cómoda en la que nuestro hijo se encuentre a gusto: el mobiliario ¿Qué deberíamos tener en cuenta a la hora de amueblar su habitación?

• El mobiliario tiene que ser adecuado a su edad. Llegará un momento en el que esos muebles para niños que poblaban su habitación quedarán desfasados y habría que cambiarlos por otros que reflejen su personalidad y gustos actuales.
• La cama se sitúa como el mueble fundamental de la habitación. Quizá cuando el niño es más pequeño conviene comprar una cama con compartimentos para almacenar cosas que nos ayude a tenerlo todo organizado. Según van creciendo, les hará especial ilusión contar con una cama nido en la que puedan quedarse a dormir esos primeros amigos cuya amistad será uno de los pilares de su felicidad. 
• A partir de los 12 o 13 años, el escritorio se convertirá en uno de los inseparables de nuestros hijos. Allí pasará cada vez más tiempo estudiando, por lo que debería ser lo más cómodo y práctico posible. Facilitará la labor que sea lo suficientemente grande y que cuente con cajones en los que guardar libros y otros enseres. Igualmente importante es una buena silla ergonómica que evite tensiones y dolores durante el estudio.
• Otros elementos importantes del mobiliario juvenil son un armario en el que guardar su, seguramente, creciente vestuario; un bonito baúl o cesto de mimbre donde almacenar trastos; unas estanterías para sus libros y, si es posible, un pequeño sofá donde pueda descansar y desconectar.

Decoración de la habitación juvenil que refleje sus gustos

Si además de la iluminación, el color, la distribución y el mobiliario, logramos dar con la decoración adecuada para que una habitación juvenil luzca bonita, el objetivo estará cumplido. Es en esta parte cuando más debemos escuchar su opinión, ya que el reto es crear un espacio que refleje sus gustos y en el que se sienta seguro y feliz. Los expertos recomiendan utilizar en la decoración de la habitación detalles personales que contribuyan a una mayor conexión del niño con el espacio, así como objetos que reflejen sus aficiones y su personalidad.

El Feng Shui o cómo llenar de energía positiva la habitación de tus hijos

La combinación de todos estos elementos con el fin de crear un entorno en el que fluya una especial energía positiva es de lo que trata la antigua filosofía china del Feng Shui. Aplicando de manera correcta las bases de esta teoría milenaria en la habitación de los niños, conseguiremos algunos beneficios importantes para ellos tales como:

• Calma y equilibrio: Siguiendo las teorías del Feng Shui podremos crear un espacio cálido y apacible en el que el niño se encuentre relajado y tranquilo, lo que repercutirá en el establecimiento de relaciones familiares y sociales más saludables, así como en el bienestar y en la felicidad del niño.
• Concentración: El Feng Shui consigue potenciar la concentración y alejar las distracciones, ayudando a mejorar el rendimiento escolar del niño.
• Descanso reparador: Otro de sus beneficios es el poder crear un espacio en el que nuestro hijo descanse adecuadamente y disfrute de un sueño reparador.
• Creatividad: Aplicando las teorías del Feng Shui, construiremos un lugar armonioso en el que el niño pueda potenciar su creatividad e impulsar su imaginación.

Algunos ejemplos de la filosofía del Feng Shui serían cómo influye la orientación de la cama en el estado de ánimo de las personas, la importancia que tienen los colores suaves y los tonos tenues en una habitación, la apuesta por objetos de decoración que evoquen a la tierra y a la naturaleza o cómo la ausencia de espejos consigue crear una energía positiva en el entorno.