La salud bucal en niños de 3 a 6 años
Este artículo trata de:
Por lo general, a los 3 años ya se encuentran totalmente erupcionados los 20 dientes de la dentición temporal, y no ocurren cambios hasta que los niños tienen aproximadamente 6 años; con algunas variaciones individuales y podríamos decir de género, pues las mujeres pueden ir algo adelantadas respecto a los hombres en esta cuestión.
Es a esta edad aproximada de 6 años cuando se empiezan a cambiar dientes temporales por definitivos. Y ocurre también un hecho crucial, y es la erupción de los 4 molares definitivos de los 6 años; pero mucho ojo, pues estos no reemplazan a ninguno temporal, sino que aparecen nuevos al final de las arcadas dentarias; y muy importante: NO SE CAMBIAN, es decir, son definitivos. Además, constituyen los pilares de los complejos engranajes entre dientes, cráneo y postura.
Si todavía nos quedan dudas de a partir de qué edad hay que llevar a nuestr@s hij@s al dentista, la respuesta es desde los 3 AÑOS, ya que podremos actuar con medidas preventivas, a menudo mucho más sencillas y eficaces que cuando la enfermedad o la alteración que la provoca se hayan instalado ya. Sobre todo, es muy importante que durante la infancia se acuda al dentista sin dolor, es decir, solo por una revisión rutinaria, donde no hay manipulaciones molestas. De este modo, la confianza paciente-dentista se establece mucho más fácil.
Índice de contenidos
Tres aspectos importantes que hay que tener en cuenta sobre la salud bucal y dental en los niños entre los 3 y 6 años
- Las caries
- La maloclusión
- Las disfunciones
La caries dental
La caries es una enfermedad bastante conocida que afecta la dentición en todas las edades y se produce por un desequilibrio mantenido en el tiempo entre un diente y el medio en el que vive.
De sobra es conocido que reducir azúcares y promover la higiene, es muy importante; higiene que en todo momento ha de ser liderada, monitorizada y supervisada por los tutores, al menos hasta que los niños alcancen una edad en la que sean capaces de hacerlo por ellos mismos. Sabremos que el niño ha llegado a esa edad cuando sea capaz de hacerse cargo de otras tareas relacionadas con su higiene por él mismo, como, por ejemplo, lavarse el pelo él solo.
La Maloclusión
Esta palabreja hace referencia a un alineamiento inconveniente de los arcos dentarios, dientes, huesos de la mandíbula, etc.
Este tipo de alteraciones a veces son causa y otras consecuencia de otros trastornos más graves, que afectan a las funciones del organismo como el habla, la deglución, la respiración, la visión o la postura. Es en estas tiernas edades cuando tenemos que estar especialmente atent@s para poder advertir si algo no marcha bien.
Las Disfunciones
Creo que no hace falta entrar en tecnicismos, la palabra se entiende bien. Tragar con dificultad, respirar habitualmente por la boca, roncar, morderse las uñas, masticar de un solo lado, cuadros de amigdalitis de repetición, tener ojeras constantes, babeo, rechinar los dientes, chupar el dedo, pronunciar incorrectamente… etc.
Hay una ley en biología que dice que “la función hace la forma”. Cuando no reproducimos correctamente los actos vitales: respirar, masticar, tragar, hablar, dormir… pueden y suelen aparecer alteraciones que durante la infancia se pueden resolver mucho más fácilmente que en otras edades. Alteraciones que van mucho más allá de la boca, pues pueden afectar a toda la persona.
Artículo escrito por Clínica Arvila Magna, Barcelona