Algunas causas de la infertilidad secundaria
En principio, cuando una pareja acude a un especialista para consultar respecto de la infertilidad secundaria, se evalúan las mismas causas que para cualquier infertilidad, que van desde las hormonas hasta lesiones en el útero, pasando por el conteo de esperma en el hombre o alguna posible enfermedad. Pero el principal factor determinante, en el caso de la infertilidad secundaria, es la edad. Las posibilidades de concebir naturalmente disminuyen drásticamente después de los 35 años. No es lo mismo buscar un segundo hijo a los 30 que a los 38. Como cada vez más mujeres postergan la maternidad, los problemas para concebir naturalmente vienen aumentando.
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Cambios en los hábitos
¿Es posible que hayas aumentado mucho de peso desde el nacimiento de tu hijo? Si ya no haces ejercicio como solías hacer, si no tienes tiempo para alimentarte como corresponde o si duermes menos horas de las necesarias, estos hábitos pueden estar repercutiendo negativamente en la fertilidad. De la misma manera sucede si alguno de ambos habéis comenzado a fumar o si alguno de los dos bebéis alcohol.
Problemas hormonales
Un desequilibrio en la hormona tiroides, o el aumento en los niveles de FSH, por nombrar un par de ejemplos, pueden traer aparejados problemas para concebir. Estas causas suelen ser detectadas con los análisis de sangre, y la buena noticia es que normalmente se las puede tratar con medicación. Nuevamente, el tiempo es un factor que juega en contra, por lo que si tienes dudas respecto de tu fertilidad no deberías tardar en hacer la consulta.
Efectos del primer embarazo y parto
Cabe mencionar que a veces puede aparecer la infertilidad secundaria como consecuencia de algo que haya ocurrido durante el primer parto, como una lesión uterina o en las trompas de Falopio, una mala cicatrización de la cesárea, etc. A la vez, el embarazo puede ocasionar que determinadas hormonas se alteren y que no vuelvan exactamente a los niveles que tenían antes.
Finalmente, siempre existe la posibilidad de que la pareja haya tenido desde un principio algún problema de salud que le dificultara concebir y que, no obstante, la casualidad haya querido que el primer embarazo llegase naturalmente y con relativa rapidez, haciendo que este problema pasara desapercibido hasta ahora. De cualquier manera, es importante saber que hay tratamientos para la infertilidad secundaria y que, en varios casos, es posible volver a concebir. ¡No perdáis las esperanzas!