Posibles causas y tratamientos de la esterilidad

Causas en la mujer

La esterilidad femenina ocurre tanto cuando la mujer no ovula, como cuando el óvulo fecundado nunca llega a implantarse y por lo tanto, no se produce un embarazo. Las causas pueden ser muy variadas. Por un lado, puede haber algún desequilibrio hormonal que lleve a inhibir la ovulación. También puede haber obstrucciones en las trompas de Falopio, en el cérvix (cuello del útero) o malformaciones en el propio útero, que en cualquiera de esos casos impidan que se realice la implantación.

Causas en el varón

Cuando se realizan estudios para detectar las causas de la esterilidad en la pareja, siempre se analiza primero al varón pues este análisis es mucho más sencillo y menos invasivo que la batería de estudios por los que debe pasar la mujer. En el hombre la esterilidad se debe a la calidad del esperma. Puede haber causas en los testículos, en las hormonas, o en los propios espermatozoides.

¿Qué estudios están indicados?

Además del espermograma del varón, en la mujer se realizan diferentes estudios para encontrar las posibles causas de la esterilidad y brindar, de ser posible, opciones para tratarla. Desde análisis hormonales hasta exploratorios como laparoscopías o ecografías, pasando por biopsias del endometrio, hay mucho para averiguar y los estudios pueden hacerse muy duros. Es fundamental contar con el apoyo y el sostén afectivo de la pareja.

No siempre se encuentra el origen para la esterilidad. Además de que puede haber causas combinadas, en un 10% de los casos no se descubren las razones por las que la pareja no puede concebir.

Posibles alternativas de tratamientos

Los tratamientos para la esterilidad dependen directamente de la causa asociada a la misma. En casos de anovulación, a veces alcanza con medicación y una dieta equilibrada. Si hubiese obstrucciones o defectos en las trompas de Falopio o el cérvix existe la posibilidad de cirugías o microcirugías correctivas. Cuando la causa está en la movilidad del esperma del varón, se puede optar por técnicas de fecundación asistida. Los tratamientos más complejos, como la fecundación in vitro, se pueden contemplar cuando las causas no están claras, aunque hay que tener en cuenta que no son infalibles.