Reproducción asistida: tipos, leyes y Seguridad Social
Cuando hablamos de reproducción asistida, también llamada fecundación artificial, nos referimos al conjunto de técnicas y tratamientos médicos que ayudan a lograr un embarazo que no se puede conseguir de forma natural.
La dificultad o incapacidad de tener hijos de manera natural se puede deber a varios factores, entre ellos, enfermedades o trastornos del sistema reproductivo, que podrían conducir a una infertilidad. También es importante resaltar la diversidad en los tipos de familia, como las homoparentales o las monoparentales, que, a veces, no pueden lograr un embarazo sin recurrir a la ciencia.
En la actualidad, 1 de cada 6 parejas sufre problemas de infertilidad. Esta cifra ha ido aumentando a lo largo de los últimos años por causas muy diversas:
- Incremento de la edad en las mujeres que tienen su primer hijo.
- Crisis económica.
- Patologías médicas.
- Aumento de los hábitos no saludables (tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo, entre otros).
- Factores externos como la sobreexposición a la contaminación, etc.
Se calcula que el 17% de las parejas se ve afectada por la infertilidad, lo que se traduce en unas 800 mil personas infértiles en España. Dado el crecimiento de la población con problemas de fertilidad, las técnicas de reproducción asistida (TRA) son cada vez más recurrentes.
Índice de contenidos
¿Cuándo se utilizan las técnicas de reproducción asistida?
Una pareja sin hijos que lleva más de un año manteniendo relaciones sexuales sin protección y aun así no consigue un embarazo podría estar atravesando problemas de fertilidad.
También se encuentra el caso de la infertilidad secundaria, en el que una pareja ya ha tenido algún hijo previamente, pero no consigue quedarse embarazada del segundo tras haberlo intentado durante dos años.
En cualquier caso, lo más importante es acudir siempre a un especialista para averiguar qué está ocurriendo y conocer cuáles son las alternativas.
Tipos de reproducción asistida
En la actualidad, existen varios métodos de reproducción asistida. Los principales son la inseminación artificial (IA) y la fecundación in vitro (FIV). Sin embargo, hay otros también bastante comunes de los que hablaremos más adelante.
Inseminación artificial
Es el procedimiento más sencillo de TRA, por lo que es uno de los más recurrentes. La inseminación artificial consiste en introducir semen dentro del útero de la mujer con el fin de que se produzca la fecundación en al menos una de las trompas de Falopio.
Puede tratarse del semen de la pareja (inseminación artificial conyugal) o bien de un donante (inseminación artificial de donante), por lo que es un método apto tanto para mujeres solteras como para parejas lesbianas y heterosexuales.
Por ley, se permitirá la introducción de un máximo de tres embriones por mujer y por ciclo reproductivo.
Para llevar a cabo una IA, se han de seguir tener en cuenta las siguientes prácticas:
- Estimulación ovárica mediante el incremento de la producción de óvulos, lo que conduciría a una inducción de la ovulación.
- Selección y capacitación de espermatozoides a partir de la cantidad previa de semen recogido.
- Se canaliza el útero a través de una sonda y una ecografía para introducir los espermatozoides en la cavidad uterina.
Fecundación in vitro
La fecundación in vitro también es un método común, pero resulta altamente más complejo que la IA. Se destina a mujeres mayores de 38 años, con enfermedades como endometriosis o anomalías en las trompas de Falopio, cuya calidad de ovocitos o de semen (el que se empleará en el tratamiento) es baja y en casos en los que la inseminación artificial no haya funcionado.
La FIV consiste en que el espermatozoide fecunde un óvulo fuera del organismo de la mujer. Es decir, en el laboratorio se unirían los ovocitos o gametos femeninos con el espermatozoide con el fin de crear así un embrión. Dicho embrión se transferiría más tarde al útero de la mujer.
La FIV se puede llevar a cabo de dos maneras diferentes: fecundación in vitro por transferencia de embriones (FIV/TE) o inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). En ambos casos, se escogen los espermatozoides y los óvulos que se encuentran en las condiciones más óptimas. La diferencia entre estas metodologías es que en la FIV/TE se produce una unión óvulo-espermatozoide espontánea, mientras que en la ICSI, el espermatozoide es inyectado de forma artificial en el óvulo.
Para realizar una fecundación in vitro, se siguen los siguientes pasos:
- Tratamiento hormonal en la mujer para la estimulación ovárica, lo que conduce al desarrollo de los óvulos.
- Punción folicular en la vagina para extraer los óvulos.
- Inseminación de los óvulos con esperma en el laboratorio.
- Implantación de embriones seleccionados (un máximo de tres) en el útero, procedimiento conocido como transferencia embrionaria.
Igual que en la IA, en la fecundación in vitro se puede utilizar semen de la pareja o de un donante. En este caso, también es posible el empleo de óvulos donados (ovodonación) o propios.
Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP)
También conocido como Test Genético Preimplantacional (PGT), sirve para realizar un estudio genético de los embriones u ovocitos que se han obtenido durante la fecundación in vitro. El fin es detectar la existencia de trastornos genéticos antes de implantar los embriones en el útero.
El procedimiento a seguir en caso de un DGP es:
- Ciclo de microinyección espermática: para recoger una cantidad de embriones de suficiente calidad que permita analizarlos genéticamente.
- Extracción de una o dos células de los embriones.
- Análisis genético: para distinguir los embriones genéticamente sanos de los que presentan anomalías. Se descartan los que tienen alteraciones genéticas o cromosómicas.
Transferencia de embriones congelados
La transferencia de embriones congelados, también denominada criotransferencia, consiste en la transferencia de embriones, previamente congelados, al útero.
El procedimiento no es muy complicado y suele empezar con la preparación del útero mediante un tratamiento hormonal. Más tarde, se descongelan los embriones criopreservados y son implantados en el interior del útero.
Gestación subrogada
La gestación subrogada, conocida también como vientre de alquiler, es el método a través del cual una mujer gesta el bebé de un tercero. Es decir, experimenta un embarazo y un parto, tras el cual entrega el recién nacido a otras personas.
Esta técnica sigue siendo un tema de debate actual, ya que aborda cuestiones de ética y moral. En España, la gestación subrogada está prohibida (Ley 14/2006), ya que se considera que la madre legal del bebé es aquella que da a luz.
Problemas derivados de las técnicas de reproducción asistida
Hoy en día, gracias a los avances de la ciencia, son poco comunes los problemas derivados de las TRA. Asimismo, las complicaciones graves son prácticamente nulas. Sin embargo, sigue habiendo algún riesgo de relevancia en los procesos de reproducción asistida.
Complicaciones de la fecundación in vitro
Una de las complicaciones más habituales en un proceso de fecundación in vitro es la gestación y el parto múltiple. En 2018, según datos del SEF, se produjeron un 35,8% de gestaciones múltiples en tratamientos en los que se transfirieron dos embriones.
Este problema se puede prevenir y, de hecho, se ha ido haciendo entre los profesionales del sector, mediante la reducción del número medio de embriones que se utiliza por transferencia. Se ha concluido que el tratamiento de FIV más seguro y el que debe ofrecerse siempre como primera opción es el que emplea un solo embrión por transferencia.
La gestación múltiple se relaciona con varias incidencias que pueden afectar tanto a la madre como al recién nacido. Entre ellas se encuentran:
- Parto prematuro.
- Malformaciones severas.
- Mayor probabilidad de que se ejecute una cesárea.
Riesgos de la inseminación artificial
Tal y como pasa con la FIV, la incidencia más común al realizar una inseminación artificial es la gestación múltiple. Según la SEF, la mayoría de las gestaciones múltiples de alto grado, es decir, de más de dos fetos, son fruto de IA.
Reproducción asistida en España
Se calcula que los tratamientos de reproducción asistida aumentaron en España un 28% en los últimos cinco años, según datos de 2018 publicados por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) junto al Ministerio de Sanidad.
Esta cifra convierte al territorio español en el país con el mayor número de tratamientos de fecundación artificial de toda Europa, con 183.437 ciclos de TRA registrados en el año 2018. De este total, 149.337 fueron mediante procesos de Fecundación in Vitro (FIV) y los 34.100 restantes fueron inseminaciones artificiales (IAs).
De hecho, un 9% de los bebés nacidos en España en 2018 lo hicieron mediante métodos de reproducción asistida. En cifras, se trata de un total de 37.094 bebés que nacieron por medio de TRA en 2018, de acuerdo al Registro Nacional de Actividad 2018-Registro SEF.
Comisión Nacional de Reproducción Asistida
La Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida (CNRHA) es el órgano colegiado que se encarga de orientar y asesorar sobre el empleo de las técnicas de reproducción humana asistida en España.
Este comité también contribuye a la difusión y actualización de conocimientos tanto técnicos como científicos relacionados con la RA y gestiona los criterios que emplean los centros sanitarios autorizados para llevar a cabo estas técnicas.
El informe de la Comisión Nacional de Reproducción Humana asistida será obligatorio para:
- Autorizar una técnica de reproducción asistida experimental.
- Admitir prácticas de índole terapéutico.
- Avalar proyectos de investigación.
- Autorizar casos concretos no previstos en esta Ley, como los de diagnóstico genético preimplantacional.
Ley de técnicas de reproducción asistida en España
La Ley 14/2006 sobre las técnicas de reproducción humana asistida conlleva un gran avance técnico y científico. Es una de las más permisivas del marco europeo, lo que permite un progreso de los métodos.
Esta ley expone que podrá ser receptora de tratamientos de RA cualquier mujer mayor de 18 años que se encuentre en plenas capacidades de actuación y que lo acredite a través de un consentimiento firmado.
Si la mujer está casada, también es preceptivo el permiso firmado por parte de su marido. Aparte de estos casos, no importa el estado civil ni la orientación sexual que tenga la paciente. Por lo que, tanto mujeres solteras como parejas lesbianas podrán someterse a TRA. En su caso, el tratamiento que realizarán será a través de donación de semen.
También podrán optar a técnicas de reproducción asistida aquellas parejas heterosexuales que no puedan tener hijos mediante métodos naturales.
Esta legislación no recoge a hombres solteros ni a parejas homosexuales de hombres, ya que tendrían que recurrir a la gestación subrogada, actualmente ilegal en España.
Para optar a las técnicas de reproducción asistida, deberán existir ciertas probabilidades razonables de éxito del tratamiento y éste no podrá suponer un riesgo grave de salud para la gestante ni para el bebé.
Será necesaria la previa aceptación consciente y totalmente libre de la mujer que se someta al tratamiento, tras haber sido plena y correctamente informada del proceso y de las dificultades que pudieran derivarse de él.
¿Cómo deben ser los donantes?
Los donantes deben ser mayores de edad, estar sanos, física y psicológicamente, y encontrarse en sus capacidades plenas para decidir y obrar. La donación, excepto en situaciones excepcionales, será anónima, por lo que no podrá desvelarse la identidad del donante.
El centro sanitario autorizado se vinculará a los donantes, tanto de semen como de óvulos y de embriones, mediante un contrato confidencial, gratuito y formal en el que se establecerá que la donación no tendrá carácter lucrativo.
Reproducción asistida en la Seguridad Social
En España, acceder a los métodos de reproducción asistida mediante el sistema de salud de la Seguridad Social es gratuito. Sin embargo, es imprescindible cumplir una serie de requisitos:
- Ser mayor de edad, pero menor de 40 años (en el caso de las mujeres) y menor de 55 (para los hombres).
- Tener acreditada la denominada discapacidad reproductiva.
- Tienen preferencia aquellas parejas que no tienen hijos frente a las que tienen uno o más.
Como pasa con diversas leyes dentro del territorio español, las relacionadas con los métodos de RA también pueden tener pequeñas variaciones según la comunidad autónoma. Incluso, algunas clínicas dentro de la misma CA pueden trabajar con protocolos diferentes las unas de las otras.
Si se reúnen las condiciones requeridas por la Seguridad Social, los solicitantes pasan a una lista de espera en la que permanecerán alrededor de un año hasta empezar el tratamiento.
Aspectos psicológicos
No lograr un embarazo cuando existen deseos puede resultar muy doloroso. Es un proceso largo y lleno de dudas y temores que puede conducir a diversos problemas psicológicos y, en algunos casos, hasta en una depresión.
Es habitual que las personas que se someten a tratamientos de reproducción asistida atraviesen sentimientos de angustia, miedo, estrés y ansiedad. Pueden acudir a la cabeza pensamientos de incertidumbre, negación, enfado, tristeza con tintes de esperanza, sensación de pérdida…
¿Qué puede ayudar durante este proceso?
- Sentirse acompañado, ya sea por la pareja, por alguna persona de confianza o por un profesional.
- Buscar grupos de apoyo donde compartir con otros individuos que pasan por lo mismo.
- Acudir a terapia individual. Puede resultar beneficioso hablar con un psicólogo.
- Pedir ayuda en lo que se considere oportuno.
- Ocupar la mente en otras actividades o aspiraciones. Distraerse y no enfoca
Conclusiones
Las cifras de infertilidad han aumentado notablemente durante los últimos años y se prevé que sigan creciendo. A esto debemos sumarle la importancia de la diversidad en los tipos de familia que existen, como la monoparental y la homoparental. Por ello, se recurre y se recurrirá cada vez con más frecuencia a técnicas de reproducción asistida.
Como hemos visto, estas avanzan a pasos agigantados gracias a los progresos de la ciencia y hacen que sea posible que muchas personas que, por un motivo u otro, no pueden conseguir un embarazo de manera natural, tengan la opción y la oportunidad de lograrlo por medios artificiales.