¡Estás a punto de comenzar a notar los movimientos de tu bebé! El peque se va haciendo cada vez más grande y puede, incluso, que sus piernas y brazos choquen ya contra las paredes del útero. Estos primeros movimientos son como un burbujeo o aleteo ligero y a veces hasta pueden llegar a confundirse con gases o movimientos estomacales.
Índice de contenidos
Los cambios en el bebé
La criatura pesa 150 – 250 g aproximadamente y su tamaño varía entre 12,5 – 20 cm de pies a cabeza.
Sueño
En estas semanas, el peque pasa por etapas de sueño y de actividad.
Sistema nervioso
El sistema nervioso central, en especial el cerebro, se está desarrollando rápidamente, sobre todo aquellas áreas destinadas a los sentidos del gusto, el olfato, la audición, la visión y el tacto.
Algunos estudios indican que el bebé ya puede oír tus latidos cardíacos, tu voz y los movimientos sanguíneos a través del cordón umbilical.
Así pues, sus nervios comienzan a cubrirse con una sustancia llamada mielina, encargada de que los mensajes de una célula nerviosa a otra se aceleren. De esta manera, se forman conexiones más complejas que permiten que los movimientos del bebé se perfeccionen hasta el punto de que el peque sería capaz de juntar sus manos, jugar con el cordón umbilical o, incluso, chuparse el dedo.
Apariencia
La parte inferior del cuerpo de tu bebé es todavía delgada y estrecha en comparación con la cabeza y el torso.
Empieza a acumular algo de grasa en su abdomen por debajo del cordón umbilical. Los genitales aparecen engrosados y continúa con sus gestos faciales, que incluyen también los bostezos. Incluso puede llegar a tener hipo, pero todavía es pronto para que tú lo notes. Más adelante, si eso ocurre, sentirás cómo se contrae tu abdomen una y otra vez.
Piel
Su piel recubierta de lanugo —vello finísimo que recubre y protege su cuerpo— aún es transparente, por lo que es posible visualizar los vasos sanguíneos.
En esta misma semana comienza a formarse una sustancia blanquecina y grasienta, que se llama vérnix caseosa. Consiste en una mezcla de secreciones grasas procedentes de las glándulas sebáceas fetales y de células epidérmicas muertas, que le ayuda a protegerse del líquido amniótico y a mantener su temperatura.
Este vérnix seguirá acumulándose y se mantendrá hasta el final del embarazo. Incluso, muchos recién nacidos lo siguen manteniendo después de nacer.
Huesos
Durante la 18ª semana de gestación, su esqueleto, poco a poco, deja atrás su composición cartilaginosa para dar paso al hueso que se forma mediante los llamados centros de osificación.
Los cambios en la mamá
Mamas
El pecho te ha aumentado y las hormonas empiezan a prepararlo para la producción de leche. Por ello, se aumenta la irrigación de sangre hacia los pechos, como también se experimenta el crecimiento de las glándulas mamarias. Las venas comienzan a hacerse visibles y pueden aparecer arañas vasculares.
Piel
Las manos pueden ponerse más rojas, es el llamado eritema palmar de las embarazadas debido a un aumento de vascularización a ese nivel.
Espalda
Como consecuencia del aumento de peso y la acción de las hormonas, es posible que la curvatura de tu espalda empiece a marcarse. Es necesario que vigiles la postura y hagas ejercicio físico hasta el final del embarazo a diario, como natación, yoga, pilates…, para fortalecerla.
Palpitaciones
Puedes empezar a notar palpitaciones cardíacas, que se deben al aumento del volumen sanguíneo (suben en torno a un 20%) o a la anemia propia del embarazo. Tu corazón tiene que trabajar más para poder bombear tu sangre, la del feto y la de la placenta.
Seguramente te asustarás porque no solo lo notas con el movimiento, sino que pueden aparecer también en reposo; pero, la mayoría de las veces, son taquicardias benignas y no necesitas ningún tipo de tratamiento. Solo en casos muy concretos se aconseja ir al cardiólogo.
Síntomas comunes
Matroconsejos
- Sofocos: Por efecto hormonal sentirás más calores y sofocos, por lo que intenta buscar prendas de fibras naturales, vestidos o camisas que no se ajusten demasiado. Asimismo, lleva un calzado cómodo, sin exceso de tacón para no forzar más la curvatura lumbar.
- Palpitaciones: Para las palpitaciones cardíacas lo recomendable es llevar una vida tranquila, sin sobreesfuerzos y limitando las situaciones estresantes.
- Estimulación prenatal: Como tu bebé es cada vez más perceptivo, te aconsejamos que comiences a llevar a cabo la estimulación prenatal, pues está demostrado que obtiene muy buenos resultados. Prueba a acercar a tu abdomen una melodía relajante, así el peque la percibirá y seguramente reaccionará ante ella.
Fuentes
Artículo revisado por MªAngeles Rodríguez Rozalén – Asociación Española de Matronas)
Diplomada Universitaria de Enfermería y especialista matrona por la Facultad de Medicina de Valencia. Ha publicado numerosos artículos en publicaciones de carácter científico y divulgativo, es coautora de Manual de Procedimientos para matronas, Los Consejos de tu matrona y autora de Manual práctico para matronas.
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