Semana 25 de embarazo

Usa aceites y cremas a diario para aliviar la sequedad y picor en la piel

En la semana 25 de embarazo empieza la etapa final de la gestación. A estas alturas ya estás más que acostumbrada a tu estado. Tienes ropa nueva (aprovecha tus blusas y tops favoritos para lucir tripita), que te hace sentir ideal y cómoda. Descansa lo máximo que puedas, nútrete, haz deporte suave y mímate mucho.  

Los cambios en el bebé 

El bebé pesa unos 800 o 900 g aproximadamente y mide entre 31 – 32 cm. En estos momentos, el peso también depende del sexo de la criatura, puesto que los varones suelen pesar más.  

Crecimiento 

La criatura va acumulando grasa y sus arrugas desaparecen poco a poco. Comienzan a formarse pliegues en sus manos. De esta misma manera, su color se empieza a tornar más rosado, ya que los capilares están formándose debajo de su piel. 

La estructura de su columna vertebral comienza a desarrollarse y continuará haciéndolo hasta llegar a 33 vértebras y 150 articulaciones. 

Sentidos 

La mayoría de los sentidos están maduros (tacto, olfato, oído y papilas gustativas), por lo que, con la llegada de estímulos del exterior, el bebé empieza a interactuar. Asimismo, a través del líquido amniótico se familiariza con olores y sabores, y, probablemente, esto sea lo que le provoca el hipo.  

Espacio en el vientre 

A causa del espacio que tiene aún en el saco amniótico, cambiará de posición varias veces en un día

Órganos 

El corazón le late muy rápido (entre 120 y 160 latidos por minuto), su cerebro trabaja desarrollando las áreas que aún están inmaduras y los vasos sanguíneos de sus pulmones también se forman en esta semana —las fosas nasales comienzan a funcionar. 

¿Qué más atraviesa el bebé esta semana? 

En la 26ª semana de embarazo, el bebé ya puede bostezar e, incluso, sonreír. Aún no queda claro si se trata de un acto reflejo o no, pero lo cierto es que pueden hacerlo varias veces al día.  

Los cambios en la mamá 

Uñas, pelo y piel 

Gracias a las hormonas, tus uñas crecen mucho más rápido de lo normal; tu pelo se fortalece, tiene más volumen, está más brillante y crece a toda velocidad (incluso puede que cambie su textura: el cabello rizado puede alisarse ligeramente y al revés con el liso). Asimismo, tu piel está más brillante, tersa e iluminada que nunca.  

Anemia 

La anemia es bastante común en el embarazo, en especial la anemia ferropénica —debido a la falta de hierro. Por ello, lo más probable es que te encuentres pálida, más cansada e, incluso, mareada. Puedes sufrir, además, taquicardias y falta de concentración.  

Tener anemia muy marcada puede conllevar un parto prematuro o que tu bebé nazca con peso demasiado bajo. 

Antojos 

A lo largo de la gestación, es más que probable tener antojos, comprendidos como un deseo irrefrenable de comer algo en especial o en concreto. ¿A qué se deben? Pues a los cambios metabólicos y hormonales que atraviesa tu cuerpo.  

Ten en cuenta que estos antojos no tienen nada que ver con las alteraciones cutáneas de distinta naturaleza (como los angiomas o marcas en la piel) con las que nazca tu bebé. Estos caprichos típicos de las embarazadas no afectan a la criatura. 

Sistema respiratorio 

Durante el embarazo, tienen lugar una serie de cambios a nivel respiratorio, sobre todo a partir del segundo trimestre, cuando comenzarás a notar falta de aire.  

El principal cambio es el aumento del consumo de oxígeno, seguido de la elevación del diafragma, debido al progresivo crecimiento del útero —que se compensa ensanchando las costillas, de manera que la respiración pasa de ser abdominal a torácica.  

Además, si padeces asma, consulta con tu médico qué tipo de medicación utilizar para evitar que tu bebé en desarrollo sufra falta de oxígeno. 

Síntomas comunes 

El pelo puede sufrir cambios durante el embarazo, debido a hormonas placentarias. Éstas pueden mejorar y fortalecer el cabello o, por el contrario, empeorar su aspecto y debilitarlo.
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Puedes experimentar picor si tu piel está sufriendo resequedad o tirantez.
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La regla de oro para prevenir las estrías en el embarazo es hidratar y volver a hidratar.
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Entre el 20% y el 30 % de las mujeres desarrollan congestión nasal en el embarazo, en mayor o menor grado.
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El sueño y el cansancio durante el embarazo son síntomas muy comunes, y pueden deberse a causas hormonales, entre otras.
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Gran parte de las embarazadas experimentan deseos intensos por un producto alimenticio en concreto. Sabores dulces, salados, picantes, amargos…
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La gingivitis se cuenta como una de las enfermedades no contagiosas más comunes en todas las personas, y su incidencia durante el embarazo es aún mayor: alrededor del 50% de las embarazadas la padecen en algún grado.
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Son comunes en el segundo y tercer trimestre, debido al crecimiento del útero. Hay alimentos que pueden incrementar o disminuir los gases, pero eso dependerá de cada embarazada.
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Más del 50% de embarazadas sufre de ardor de estómago. Suele empezar en el segundo trimestre y, a veces, incluso empeora durante los últimos tres meses.
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Se calcula que entre un 60% y 75% de embarazadas sufren de náuseas.
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Otras complicaciones

Síndrome del túnel carpiano

Es posible que en el tercer trimestre de embarazo sientas una especie de cosquilleo y entumecimiento en la mano. Se trata del “síndrome del túnel carpiano”.

Pruebas y controles

Test de O’Sullivan 

Por lo general, en la semana 25 de embarazo tu ginecólogo/a prescribe la “prueba de la glucosa” o el “Test de O’Sullivan”, cuya función es detectar la diabetes gestacional, que afecta hasta a un 9% de las embarazadas. 

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El examen consiste en una medición de la glucosa en sangre. Para ella, además, deberás ingerir un líquido extra dulce que contiene gran cantidad de glucosa (en concreto, 50 g). A muchas gestantes les resulta complicada esta prueba, ya que, debido al dulzor excesivo, puede provocarles fatiga y vómitos. 

Matroconsejos 

  • Anemia: Asegúrate de tomar alimentos ricos en hierro, como berberechos, almejas, espinacas… De hecho, en pacientes con riesgo de anemia (veganas, mujeres con gestaciones múltiples, enfermedades inflamatorias intestinales, celíacas, etc.) se aconseja la suplementación con hierro desde el inicio de la gestación.

    La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) recomienda la suplementación con hierro desde el segundo trimestre hasta un mes después del parto o al finalizar la lactancia materna.

  • Acidez y reflujo: En esta semana es muy probable que sigas sintiendo reflujo o acidez después de las comidas, ya que las hormonas provocan que se relaje la entrada al estómago, lo que permite que los alimentos suban hacia el esófago. ¿Cómo prevenir estas molestias? Elimina de tu dieta los alimentos picantes y grasos y opta por hacer más comidas pequeñas en lugar de pocas comidas abundantes.
  • Sensación de ahogo: Algunas herramientas que te ayudarán a aliviar la sensación de ahogo y a llevar un ritmo de vida más tranquilo y regular son:

    • Descansar siempre que estés cansada
    • Evitar los esfuerzos excesivos
    • Practicar regularmente los ejercicios respiratorios sugeridos por la matrona
    • Utilizar una almohada extra para combatir la dificultad respiratoria durante el sueño

Fuentes

Artículo revisado por MªAngeles Rodríguez Rozalén – Asociación Española de Matronas)

Diplomada Universitaria de Enfermería y especialista matrona por la Facultad de Medicina de Valencia. Ha publicado numerosos artículos en publicaciones de carácter científico y divulgativo, es coautora de Manual de Procedimientos para matronasLos Consejos de tu matrona y autora de Manual práctico para matronas.

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