¡Para la semana 30 de embarazo, el momento del nacimiento está cada vez más cerca! A medida que se acerca el parto, empezarás a notar con mayor intensidad y frecuencia las contracciones de Braxton Hicks. Asimismo, tendrás más molestias gastrointestinales y síntomas de sobrecarga debido al último tramo de maduración y crecimiento de tu bebé.
Índice de contenidos
Los cambios en el bebé
El peso del bebé ronda los 1.350 – 1.700 g y su tamaño, de cabeza a pies, es de unos 38 -39 cm.
Posición del bebé
En la semana 30 de embarazo, el bebé empieza a colocarse en posición cefálica —boca abajo—, aunque todavía puede cambiar, ya que dispone de espacio en tu interior para ello.
Es en la 33ª semana, en la ecografía del tercer trimestre, cuando te dirán cómo está colocado tu peque. Aunque es posible que intuyas cuál es su postura a través de sus movimientos (notarás sus extremidades como movimientos enérgicos y, en cambio, su tronco y sus nalgas como movimientos más mantenidos).
Sistema respiratorio
En sus pulmones se empiezan a ver cada vez más ramificaciones, que son los bronquiolos y alvéolos preparándose para la maduración del sistema respiratorio.
Meconio
En los intestinos se va acumulando el meconio, que es una sustancia espesa, verde oscura y viscosa formada por células muertas, bilis y líquido amniótico. El meconio será la primera deposición de tu bebé en las 24-48 horas próximas a su nacimiento.
Huesos
Los huesos de tu criatura ya están desarrollados, pero aún son blandos y flexibles. Para dotarlos de firmeza, el bebé comienza a almacenar hierro, calcio y fósforo. Así que asegúrate de tomar alimentos ricos en calcio, como pueden ser lácteos, quesos y sardinillas.
Asimismo, la médula ósea del peque comienza a producir glóbulos rojos (tarea que antes realizaba el bazo), lo que es esencial para que pueda prosperar cuando salga al exterior.
Piel
El bebé está menos arrugado, pues las capas de grasa siguen acumulándose. Asimismo, el color de su tez también cambia: pasa a ser más rosado y menos rojo.
Además, el lanugo, ese finísimo vello corporal que ha formado parte de su desarrollo hasta ahora, empieza a desaparecer.
Ojos
Sus ojos también son ahora mucho más activos: se abren y se cierran periódicamente, y observan las fuentes de luz. ¡Incluso pueden producir lágrimas!
Sistema nervioso
Pero, lo más sorprendente de la semana 31 de embarazo es la madurez de su sistema nervioso: ya distingue sabores y sonidos graves, como el latido de tu corazón, y es capaz de moverse hacia una fuente de luz externa.
Asimismo, la superficie de su cerebro pasa de ser suave a formar surcos y hendiduras, lo que da lugar a una mayor cantidad de tejido cerebral.
Los cambios en la mamá
Útero
A estas alturas, tu útero mide unos 30 centímetros desde la sínfisis del pubis (articulación media cartilaginosa encargada de conectar las ramas superiores, izquierda y derecha de los huesos del pubis).
En estos 7 meses y medio de embarazo, el peso que sentirás va en aumento y la retención de líquidos será cada vez mayor, sobre todo al final del día y en los meses de más calor, debido a la dificultad del retorno venoso (flujo de sangre que vuelve al corazón) en las manos y los pies.
Sensación de ahogo
A causa de los movimientos tan intensos de tu bebé y por el hecho de que el útero aprieta los pulmones —lo que provoca que no puedan expandirse correctamente—, es probable que tengas sensaciones de falta de aire y dolor por debajo de la costilla (neuritis costal).
Cambia frecuentemente de posición para generar espacio. También puedes masajearte por debajo de la zona costal para evitar una contractura muscular.
Estado de ánimo
Emocionalmente, la barrera de las 30 semanas implica que el parto está cada vez más cerca, lo que puede crearte algo de intranquilidad. No solo lo tienes en tu cabeza dando vueltas, sino que, además, tu entorno se encarga de recordarte las pocas semanas que te quedan. Asimismo, las contracciones de Braxton Hicks acentúan esa sensación.
Síntomas comunes
Matroconsejos
- Bienestar general: Ya que tu útero se sigue estirando y tu cuerpo cada vez se tensa más, es importante mantener una buena postura y seguir practicando ejercicio suave, como natación, yoga, pilates o simplemente pasear. Ello contribuirá a una mejor circulación sanguínea y a tu bienestar general. Asimismo, es posible que te duela el abdomen o que incluso sientas picores en esa zona (especialmente si hace calor). Lleva siempre contigo algo de crema hidratante. ¡Lo agradecerás!
- Disminuye la ingesta de sal: No se trata de que la elimines completamente, ya que el sodio que contiene la sal es necesario para el organismo, pero es preferible consumirla con moderación.
- Clases de educación maternal: Todavía queda tiempo, pero es momento de que empieces a prepararte tanto física como psicológicamente para el nacimiento de tu bebé. Alrededor de estas semanas, comenzarás las clases de educación maternal o curso de preparación a la maternidad , que te ayudarán a ir perfectamente preparada para el parto. En ellas aprenderás distintas técnicas de relajación, respiración y de control del dolor. No temas, estarás lista y lo harás genial.
Fuentes
Artículo revisado por MªAngeles Rodríguez Rozalén – Asociación Española de Matronas)
Diplomada Universitaria de Enfermería y especialista matrona por la Facultad de Medicina de Valencia. Ha publicado numerosos artículos en publicaciones de carácter científico y divulgativo, es coautora de Manual de Procedimientos para matronas, Los Consejos de tu matrona y autora de Manual práctico para matronas.
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