La inseminación
Por inseminación se entiende el depósito de espermatozoides, de la pareja o procedentes de donación, de manera no natural en el aparato reproductor de la mujer, con el fin de conseguir un embarazo. Este método se utiliza en los siguientes casos:
- Esterilidad de origen masculino (leve-moderada): siempre que el REM (recuento de espermatozoides móviles) sea al menos 6 millones por ml y no exista una alteración severa en la morfología.
- Incapacidad de depositar semen en la vagina (impotencia psicógena u orgánica, hipospadias severo, eyaculación retrógrada y disfunción vaginal). En las patologías psicógenas se realizaran inseminaciones tras el fracaso de la terapia psicológica.
- Esterilidad de origen femenino: disfunción ovárica, factor uterino, factor cervical, endometriosis leve (grado I-II).
- Esterilidad de origen desconocido. Existe evidencia suficiente para señalar que cuanto mayor sea el intervalo de años de esta esterilidad, la probabilidad de gestación disminuye significativamente.
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El método
En el momento de la ovulación se depositan los espermatozoides a través de un catéter en el útero. Este método no supone una intervención de riesgo para la paciente, ni es dolorosa. Rara vez aparece una infección después de este tratamiento y tampoco es necesario un periodo de descanso después de la inseminación, aunque deberías fijarte en las señales que te da tu cuerpo.
Para la inseminación el semen se somete a un tratamiento previo, conocido como “lavado de semen”, para separar los espermatozoides del plasma seminal, mediante dilución y centrifugado. Después se le agrega una solución que contiene antibióticos y suplementos protéicos y se guarda la muestra en un armario de cultivo a temperatura corporal (37ºC), para realizar el llamado “swim-up”.
Esta técnica de purificación del semen tiene su fundamento en que los espermatozoides deben nadar en dirección ascendente para llegar al útero y sólo los espermatozoides más sanos y activos lo logran. Este método de preparación necesita colocar un medio de cultivo en la parte superior de un tubo que contiene el semen. Los espermatozoides sanos y activos nadan en dirección ascendente hacia el medio de cultivo y dejan atrás el líquido seminal y los desechos como glóbulos blancos, espermatozoides muertos y bacterias. A medida que los espermatozoides nadan en dirección ascendente y llegan a este cultivo, se los recolecta y se utilizan en un tratamiento de fertilización.
La técnica de lavado se ha mejorado y es posible actualmente en casos de parejas con VIH y hepatitis B y semen utilizable por su calidad, retirar las partes virales para evitar el contagio.
La tasa de éxito de un tratamiento por inseminación
Las perspectivas de éxito de un tratamiento por inseminación dependen del semen utilizado. Las grandes estadísticas (Europa y EE.UU.) muestran que mediante la inseminación se puede alcanzar por ciclo de tratamiento una tasa de embarazos del 3 – 8%, en condiciones óptimas hasta un 10%. Si se repite el método los resultados son mejores.