¿Qué necesito saber si quiero congelar óvulos?
En los estos tiempos existen muchos impedimentos para ser madre antes de la treintena: aspirar a un mejor puesto (en el caso de que se tengas trabajo) o intentar ampliar los estudios para especializarnos en un área concreta son algunas circunstancias que hacen que se piense en la maternidad a más largo plazo, sobre todo si queremos dedicar tiempo a nuestro hijo. Por eso, congelar óvulos es una opción cada vez más demandada.
Aunque no asegura un embarazo en el futuro, aumenta las posibilidades de engendrar un hijo sano cuando creamos que ha llegado el momento. La razón es que con el tiempo, generalmente a partir de los 35 años, los ovarios envejecen reduciéndose la fertilidad de la mujer, lo que conlleva no sólo que aumenten las probabilidades de que se produzcan abortos sino también que existen menos posibilidades de tener un bebé sano.
¿Qué necesitas saber si quieres congelar óvulos?
De ahí que la congelación se presente como una alternativa en el caso de que se cumpla una condición imprescindible: ser fértil. Por eso antes de la congelación las clínicas realizan una serie de pruebas para confirmar que todo está bien, ya que tener la menstruación no es un signo inequívoco de que se es fértil. Según los especialistas, la edad ideal para congelar es antes de cumplir los 35 años, aunque lo cierto es que la edad cronológica no tiene por qué coincidir con la biológica, y hay mujeres de 40 años que tienen óvulos de muy buena calidad mientras que los de otras de 30 pueden ser de poca calidad. Serán esos tests médicos los que nos sacarán de dudas, indicando el estado de nuestros óvulos.
Las pruebas son muy sencillas. Consisten en un análisis de sangre, una ecografía y una citología con las que descartar problemas. Si todo va bien, ya podemos iniciar el tratamiento previo a la congelación.
Se trata de un tratamiento hormonal a través de inyecciones diarias durante un corto periodo de tiempo -alrededor de 10 días- con las que se estimula el ovario, de forma que se siguen desarrollando todos los óvulos que el cuerpo iba a desechar y así se pueden conseguir hasta ocho o diez óvulos en un solo ciclo.
Después, ya solo queda extraerlos con una sencilla técnica y vitrificarlos para dejarlos almacenados en un tanque de nitrógeno líquido a -196ºC el tiempo que la paciente desee teniendo en cuenta que hay una edad límite para usarlos: los 50 años.