Quiero concebir un bebé sola
En principio no hay ninguna dificultad para conseguir un embarazo utilizando semen de un banco de esperma. Si la mujer es joven y no presenta problemas de salud reproductiva, a veces alcanza con una inseminación artificial, una técnica más sencilla y económica que la fecundación in vitro. Antes de realizarla se le hacen a la mujer estudios médicos para garantizar su estado de salud y una ecografía para comprobar que su endometrio esté en el mejor estado para quedarse embarazada.
Las mujeres mayores de 35 años que buscan quedarse embarazadas pueden requerir de tratamientos más complejos, ya sea una fertilización in vitro con sus propios óvulos, con un óvulo donado o bien recibir una donación de embriones.
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¿Qué dice la ley?
España cuenta con una ley de reproducción asistida que contempla el acceso a tratamientos a cualquier mujer mayor de 18 años que los solicite, incluyendo a madres solteras o parejas homosexuales. Pero desde la crisis económica en la práctica la salud pública solamente financia a aquellas mujeres que demuestren un diagnóstico clínico de esterilidad –cosa que no siempre ocurre en el caso de las que desean ser madres solteras.
Por otro lado la ley ampara el anonimato total del donante de esperma. No hay manera en que la receptora –ni su eventual hijo- puedan conocer al hombre que técnicamente es el progenitor del bebé.
Madre soltera sí, madre solitaria no
Independientemente del aspecto físico y médico de la concepción, si estás considerando convertirte en madre sin la intervención de una pareja, debes tener en cuenta los desafíos que implica criar a un hijo por ti sola. Desde ser el único sostén económico del niño a tomar todas las decisiones que conciernen a su educación, pasando por contarle la verdad acerca de su origen cuando sea lo suficientemente mayor para comprenderlo.
Algo muy importante es contar con el apoyo de tu familia, de tus amigos, rodearte de seres queridos que no solamente te acompañen a ti, sino que también le provean a tu hijo de otros referentes. Una mamá y un hijo solos corren el riesgo de aislarse y de construir una relación muy simbiótica. Por eso, una cosa es ser madre soltera, ello puede resultar muy bien. Lo que no es aconsejable es vivir la maternidad aislada y sola.