Qué es el suelo pélvico y cómo influye en el parto

El suelo pélvico es el conjunto de estructuras que limitan el abdomen y la pelvis por la parte inferior, manteniendo así la postura corporal. Tiene muchas funciones: sujeta los órganos abdominales y permite el crecimiento del útero durante el embarazo. Gracias a su función de continencia, permite almacenar la orina y las heces para que puedan ser expulsadas de manera voluntaria en el momento elegido y no se escapen de manera involuntaria. El suelo pélvico sostiene a los órganos reproductores y sexuales. Y por supuesto, tiene una gran implicación durante el periodo expulsivo puesto que se distiende en el momento del parto para favorecer el nacimiento de los bebés.

La estructura del suelo pélvico está muy relacionada con la funcionalidad abdominal. Abdomen y pelvis tienen que trabajar en conjunto, y cuando este trabajo se realiza de manera adecuada, los huesos y los músculos se alinean de manera que el feto se coloca en la posición más favorecedora para el parto.

Preparar la pelvis para el parto

Durante el embarazo hay que evitar el sedentarismo, caminar por lo menos tres veces a la semana durante cuarenta y cinco minutos, utilizar con frecuencia una fitball y evitar en lo posible los sofás blandos. Todo ello unido a un ejercicio específico para embarazadas,  favorece que la pelvis se convierta en un auténtico trampolín y contribuye a que el bebé nazca de la manera más fácil posible.

Además de una dieta equilibrada y que contenga todos los nutrientes necesarios para la gestación (verdura, fruta, carne, pescado, lácteos, frutos secos, semillas, sal yodada y suplemento de embarazo), un ejercicio adecuado nos proporciona beneficios metabólicos y posturales que flexibilizan el canal del parto.

Todo ello suele ser suficiente para preparar la pelvis durante la gestación. Algunas embarazadas deciden realizar un masaje perineal adicional dirigido por matrona o fisioterapeuta para trabajar, incluso mejor, la vulva y el periné. Aunque esta maniobra no garantiza la necesidad de sutura durante el parto, trabajar el canal blando de la pelvis siempre favorece que el tejido esté mejor preparado.

Al final de la gestación la hormona relaxina permite un reblandecimiento de las articulaciones, además de que ayuda a que los músculos se estiren más fácilmente conforme desciende la cabeza fetal a través del canal de la pelvis.

Hay muchas ayudas para aliviar las sensaciones más intensas durante las contracciones: aplicación de calor, hipnoparto, masajes, relajación, uso de fitball (esferodinamia), analgesia epidural, inhalación de óxido nitroso, inmersión en agua, etc. Todas ellas tienen la ventaja de que relajan en el momento de la dilatación y favorecen la apertura del suelo pélvico para facilitar el nacimiento del bebé.

El suelo pélvico después del parto

Después del parto, el suelo pélvico tiene que recuperarse de todas las adaptaciones que ha ido adoptando durante el embarazo y especialmente en el momento del nacimiento.  Por ello es conveniente acudir a las revisiones posteriores (matrona, ginecólogo y/o fisioterapeuta). Cuando el posparto ha llegado a la sexta semana (octava semana en caso de cesárea) es muy importante realizar una valoración adecuada de suelo pélvico. El objetivo es detectar alguna posible lesión producida en el parto, disminuir dolor si lo hay, ayudar a reiniciar las relaciones sexuales, prevenir los escapes de orina y recuperar la funcionalidad abdominal y la figura. Conforme lo recomienden los especialistas, será muy importante realizar los ejercicios que se indiquen en cada caso. De esta manera, poco a poco, será más fácil reintroducir el ejercicio físico, que puede practicarse junto al bebé.