La gripe durante el embarazo
La prevención ante todo
La gripe se previene, primero que nada, mediante la vacunación. Todas las embarazadas deberían recibir la vacuna antigripal, pero aún más aquellas que cursan su embarazo durante los meses de mayor incidencia de la enfermedad. La vacuna, en su versión inyectable, no posee contraindicaciones durante la gestación.
Por lo demás, evita compartir vasos, tazas y cubiertos, lávate con frecuencia las manos y no te toques la nariz, los ojos ni la boca. Si viajas en transporte público o estás en contacto con muchas personas, utiliza desinfectante de manos. Todo ello puede ayudarte también a prevenir la enfermedad.
¿Y si me pongo enferma?
Primero diferencia una gripe del resfriado común. El segundo es sumamente frecuente, casi inevitable en los meses de frío, y no sería de extrañar que cojas alguno mientras estés embarazada. El resfriado se caracteriza sobre todo por la tos, la mucosidad en la nariz y puede o no presentar algo de fiebre. Los síntomas aparecen de a poco y desaparecen en una semana o menos. La gripe, en cambio, aparece de repente, puede traerte fiebres altas o persistentes, ganglios inflamados y dolor en la musculatura y articulaciones. En algunos casos también hay náuseas y vómitos.
Mientras que deberías acudir al médico frente a una gripe, el resfriado se irá por sí solo (aunque algunos remedios caseros pueden ayudarte a sentirte mejor).
Tratamiento a seguir
En cualquier caso debes hacer mucho reposo, beber abundante líquido y utilizar compresas frías para bajar la fiebre. Si los síntomas se agravan de repente o persisten por más de 24 horas, acude a tu doctor sin demora. En caso de gripe te recetarán medicamentos antivirales, antipiréticos para bajar la fiebre y analgésicos como el paracetamol para aliviar los otros síntomas.
No lo dejes estar: una gripe en el embarazo puede complicarse y derivar en bronquitis o neumonía, por lo que es fundamental que sigas el tratamiento indicado al pie de la letra.
¿Afecta la gripe al bebé?
En principio, el virus no atraviesa la placenta, por lo que tu bebé está resguardado. Sin embargo, la gripe puede dar lugar a fiebres altas que sí pueden perjudicarlo. Una neumonía o un cuadro severo de deshidratación también pueden afectar el normal desarrollo del embarazo. En el tercer trimestre, por ejemplo, habrá mayores posibilidades de parto prematuro o de dar a luz un recién nacido de bajo peso.
Sobran los motivos para vacunarse y prevenir en lo posible la aparición de gripe.
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