Cómo actuar cuando tu bebé se atraganta
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Atragantamiento con leche
Aún antes de comenzar con alimentación complementaria, existen casos relativamente frecuentes de bebés que se atragantan con leche, ya sea materna o de biberón. Si bien puede asustarnos escucharlos toser, lo cierto es que es mucho más fácil que estos atragantamientos se resuelvan por sí solos por tratarse de un líquido. Podemos ayudarlos colocándolos boca abajo para que la propia gravedad los ayude a expulsar la leche. Solamente hay que llamar a emergencias si después de toser y expulsar la leche el bebé no mejora sino que se muestra peor.
La tos: buena señal
Un atragantamiento con un elemento sólido es algo también bastante común en bebés y niños pequeños, ya sea con trozos de alimentos demasiado grandes, o bien con pequeños juguetes o elementos que encontraron a su alcance. En cualquier caso, si el niño está tosiendo es un buen signo, ya que la obstrucción no es total. Anima a tu hijo a que siga tosiendo, lo más probable es que expulse el objeto por sí solo. Si tras unos segundos no hay resultado, significa que la tos es inefectiva y debemos actuar de inmediato.
En caso de ahogamiento
Si el niño no tose ni llora, si con la tos no expulsa el objeto o –en el peor de los casos- el ahogamiento le ha hecho perder la conciencia, no debemos dudar ni un segundo más: aún si nunca hemos tomado un curso de RCP (¿y qué estáis esperando para apuntarte a uno?) es fundamental actuar y no perder valiosos segundos. Pide ayuda –ya sea a gritos o bien llamando a emergencias- pero antes pon a tu hijo boca abajo y comienza a golpear la espalda del niño para ayudarlo a toser. Cada cinco palmadas, detente y observa: si puedes ver el objeto dentro de la garganta, procura cogerlo y retirarlo.
Si esta maniobra no da resultado, deberás realizar compresiones en el pecho a menores de dos años, y en el abdomen a niños mayores, para procurar que el aire salga con fuerza de los pulmones y expulse el objeto hacia fuera.
Algunos consejos de prevención
¿Qué podemos hacer para, en la medida de lo posible, prevenir estos desagradables accidentes domésticos? Lo principal es no dejar al alcance de los niños pequeños objetos que puedan ahogarlos si los introducen en su boca: monedas, alfileres, canicas, botones, tapas de bolígrafos. La comida hay que cortarla en trozos pequeños pero no tanto que les cueste masticarla. Evitar alimentos duros, como las frutas secas o los caramelos, hasta que el niño tenga por lo menos cuatro años. Y con niños de edad preescolar, vigilar que no coman mientras corren o juegan.
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