Oscurecer la habitación para que el bebé duerma
Sobre el sueño del niño se ha escrito mucho y hay diversas teorías sobre cuáles deben de ser los mejores hábitos. El sentido común es fundamental para la educación de vuestro hijo y en el tema del sueño lo deberemos de aplicar. Tan desaconsejable es dejarlo llorar hasta la extenuación si no se quiere dormir, como dormirlo siempre en el brazo. Busquemos un término medio que puede ser el cogerlo al brazo para calmarlo y posteriormente dejarlo en la cuna para que aprenda a dormirse solo.
Durante el día no hace falta que la habitación esté oscura. El niño debe aprender a dormirse con los ruidos normales de una casa. Serán pequeñas siestas que al principio son muy frecuentes para ir disminuyendo conforme el niño va creciendo.
Por la noche si que recomendamos la oscuridad. El bebé debe acostumbrarse a dormirse solo y relacionar el ambiente relajado de una habitación con el inicio de un sueño profundo y reparador. La oscuridad y el reposo harán que vuestro hijo segregue una hormona llamada melatonina que es fundamental para cumplir los ciclos normales del sueño.
La oscuridad es muy recomendable para niños muy espabilados y curiosos, en ella no tienen nada que descubrir, ni se distraen por lo que se dormirán antes. Si los vemos muy ansiosos o manifiestan miedo por la oscuridad podemos colocar una luz tenue que intente disimular la oscuridad, seguro que funciona.
Muchos niños concilian mal el sueño por lo que es muy importante realizar una serie de rutinas previas que harán que su organismo se vaya preparando para ese momento. Así es importante el darle un buen baño relajante antes de la cena y un masaje que os hará pasar momento únicos e irrepetibles con vuestro hijo. No lo estreséis con juegos que requieran mucha actividad antes de acostarlo, contarle un cuento, leerle un libro infantil o cantarle una canción. Todo es válido para intentar conseguir que el niño se relaje y se duerma.
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