Bailar para estar en forma
Para quienes no les guste el ejercicio demasiado intenso, la solución puede estar en el baile. Bailar es una de las actividades más completas para estar en forma, y movemos músculos que no podríamos activar con ninguna otra disciplina. Pero lo mejor que tiene bailar es que es muy divertido, da igual si tienes más o menos sentido del ritmo, con un profesor que nos guíe y algo de práctica es de las actividades más fáciles de practicar y seguir.
El baile no entiende de edades, pueden practicarlo desde los más pequeños a los más veteranos, cada uno a su propio ritmo, y se convierte en el ejercicio ideal para quemar grasa acumulada, mejorar el sentido de la coordinación, tonificar los músculos (de las piernas sobre todo), despertar la creatividad y la improvisación, y también ayudar a ejercitar la memoria, algo muy interesante para las personas de más edad porque tienen que memorizar y seguir distintos pasos y coreografías.
Una de las sesiones más famosas que no ha hecho nada más que crecer en los últimos años es el Zumba. En estas clases se baila a ritmo de música latina de una forma tan divertida y dinámica que casi no eres consciente de estar haciendo ejercicio. En una clase pueden llegar a quemarse hasta 800 calorías y notarás como el cuerpo gana en fuerza y flexibilidad gracias a la combinación de baile y aeróbic. Éste último, el aeróbic como tal, no es tanto un baile sino más bien una sucesión de ejercicios más intensos que se combinan con ritmos marcados. Es igualmente divertido, y también va enfocado a la quema de grasas acumuladas y la tonificación.
Según nuestros gustos podemos optar a toda clase de bailes dirigidos también a nuestra vida diaria o a nuestras salidas en pareja o con amigos de los fines de semana, como los bailes de salón, el flamenco, el baile moderno o la danza oriental. En el caso de la danza oriental es un tipo de baile que cada vez gana más adeptos, sobre todo para las mamás recientes, ya que con sus movimientos enfocados en la zona abdominal se fortalecen y tonifican los músculos del suelo pélvico que contribuyen a una recuperación más rápida. Se combinan elementos tradicionales de Oriente Medio con otros del norte de África que dan más flexibilidad y fuerza a nuestro cuerpo en general.
Y no podemos olvidar otro de los grandes beneficios de bailar, y es que es uno de los mayores ejercicios antiestrés que existen. La música nos carga de energía y con sólo escucharla ya queremos movernos a su ritmo. En una clase de baile la desconexión de nuestro día a día es total, tenemos que concentrarnos en los pasos y así nos olvidamos de nuestras preocupaciones diarias durante el rato que dura la sesión, haciendo que carguemos las pilas y que nos sintamos mucho mejor al finalizar. Cuando nos divertimos el ejercicio físico es mucho más fácil de realizar, las endorfinas fluyen a raudales por nuestro organismo y nos vemos tan bien que solo pensamos en repetir.
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