Cómo y cuándo saber que estás embarazada
Para no adelantar acontecimientos, los especialistas recomiendan dejar pasar al menos 15 días desde que tuvistéis relaciones sexuales en el período que calculas que podrías haberte quedado embarazada. De esa forma, el resultado será más fiable ya que darás tiempo a que el óvulo fecundado baje por las trompas de Falopio y se instale en la pared del útero, que es cuando el embrión en desarrollo empieza a segregar la hormona hGC o gonadrotopina coriónica humana.
Esa hormona es la que buscan los tests de embarazo porque su presencia confirma la gestación. Se calcula que a partir del décimo día de gestación comienza la segregación de la hormona, que aumenta progresivamente durante las primeras 8 semanas de embarazo y alcanza su máximo nivel entre la séptima y doceava semana.
Como sabes, para realizar el test basta con un poco de orina. Lo mejor es esperar a la mañana para hacerlo ya que es la primera orina del día la que tendrá mayor concentración de la hormona hGC en caso de que estés embarazada. Conviene leer las instrucciones, pero lo habitual en todos los tests es que tengas que esperar unos minutos durante los que no debes manipularlo. Recuerda que siempre es mejor que la orina caiga directamente en el test en lugar de en un vaso que posteriormente viertas sobre el test.
La mayoría de los tests simplemente te dirán si estás o no embarazada -aunque no son comunes sí son posibles los falsos negativos si los niveles de hCG en la orina no son suficientes, en cuyo caso un análisis de sangre te sacará de dudas-, pero ahora los tests digitales incluyen una información extra, y es que te informan de en qué semana de embarazo te encuentras.
Si prefieres esperar y no hacer el test hasta más adelante, es posible que algunos síntomas te alerten de que en tu interior ya está creciendo un embrión. Además de la ausencia de menstruación, entre los síntomas más comunes se encuentran las náuseas y mareos especialmente a primera hora de la mañana, mayor sensibilidad en el pecho, que ya puede empezar a crecer, cansancio y sueño, tensión arterial más baja de lo que es habitual en ti y aumento de la secreción de saliva. Otros síntomas de embarazo son parecidos a los que sentirías si estuvieras pasando por un resfriado (cierto malestar general, cansancio).
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