¿Por qué puede adelantarse el parto?
Uno de cada diez bebés españoles nace antes de tiempo, lo que para los ginecólogos significa que la madre da a luz antes de la semana 37 de embarazo, que es cuando se considera que el embarazo ha llegado a término (la mayoría de los bebés nacerán un poco después, en torno a la semana 40 de embarazo si contamos desde el primer día tras la última menstruación).
Las razones de las prisas del bebé por salir del útero de su madre pueden ser varias, pero estas son las más frecuentes:
- Partos gemelares. Hasta un 20% de las gestaciones múltiples no llegan a cumplir las 37 semanas de embarazo. Es una de las causas más frecuentes de partos prematuros, por eso los especialistas suelen vigilar más de cerca estas gestaciones, para intentar que los pequeños pasen el máximo tiempo posible en el útero.
- La edad. Aunque no tiene por qué ocurrir, las embarazadas muy jóvenes (menores de 18 años) y las que ya han cumplido los 40 tienen partos prematuros con más frecuencia.
- El peso. Un peso demasiado bajo es otra causa de parto prematuro.
- Enfermedades maternas. Otra razón para que el parto se adelante es que la futura madre padezca diabetes, hipertensión o alguna cardiopatía. También puede adelantarse si ya ha tenido la experiencia de un parto prematuro o un aborto. Las infecciones vaginales y urinarias son otra causa frecuente cuando no han sido debidamente tratadas, ya que provocan la producción de unas hormonas que inician las contracciones.
- Complicaciones en el embarazo. La preeclampsia, el desprendimiento de la placenta o un exceso de líquido amniótico también pueden acelerar el parto.
- Malos hábitos. Si se tienen hábitos poco saludables, como consumir drogas o alcohol durante el embarazo, fumar o seguir una dieta poco equilibrada, aumentan las posibilidades de parto prematuro.
- La raza. Según distintos estudios, las mujeres de raza negra tienen hasta tres y cuatro veces más de posibilidades de tener partos prematuros que las mujeres de raza blanca.
¿Qué ocurre si se adelanta?
En circunstancias normales, lo mejor es que el parto se desarrolle entre la semana 37 y la 42 de embarazo. Por eso, en caso de que se presente una amenaza de parto prematuro, lo normal es que los médicos intenten retrasarlo. Si ya se ha cumplido la semana 34 y comienzan las contacciones, el ginecólogo suele recomendar únicamente reposo en cama porque se considera que el bebé ya está formado, aunque si lo cree necesario también puede prescribir tratamiento farmacológico. Hay antibióticos con los que se consigue prolongar el embarazo al menos dos días durante los que se puede acelerar la maduración de los pulmones de los fetos de menos de 34 semanas administrando corticoides. En esos casos, se ingresa a la madre en el hospital. En ocasiones los médicos consiguen que el embarazo se siga desarrollando con normalidad, de forma que la embarazada regresa a casa, donde tendrá que guardar reposo hasta el feliz día.
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