Qué tener en cuenta para preparar las vacaciones con los abuelos
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No hay que perder de vista cuando hablamos de vacaciones con los abuelos, que el ritmo y las reglas que aplicamos el resto del año no deben marcar el ritmo de esta época. Para unas vacaciones felices con los abuelos deberemos contar con ser flexibles a la hora de los horarios y también a la hora de entender que los abuelos no tienen deberes parentales y pueden dedicarse sólo a disfrutar del amor de sus nietos. Es importante recordarnos que la labor de los abuelos no es la de educar a los nietos.
Consejos para una buena relación en vacaciones con los abuelos
- Para que la relación sea óptima entre todos y que los niños sientan la libertad propia de las vacaciones sin caer en el desmadre, es necesario que papás y abuelos tengan un diálogo abierto en el que podamos indicar unas pautas básicas. Además, para que el niño no se aburra ni los abuelos se rompan la cabeza pensando en cómo mantener entretenido a tu hijo, prepara alguna actividad: busca unos libros, pinturas, un puzle…
- Si los niños tienen que hacer deberes o estudiar durante el verano, son los padres los que deberían hablar con el niño y marcar los horarios y el tiempo que debe dedicar a estas tareas cuando se queda en verano con los abuelos, quienes estarían solo para supervisar que los horarios marcados se cumplen.
- Además, para evitar conflictos, exponed claramente qué límites queréis que respeten, pero habladles con mucho cariño y explicadles el ritmo habitual de sueño y comidas de vuestro hijo, así como las costumbres que consideráis importantes como la siesta o las rutinas sobre la higiene. También sobre los límites y las cosas que le permitís hacer y las que no (jugar con videojuegos, dispositivos electrónicos, etc.)
- Si los abuelos viven en una localidad distinta a nuestro domicilio habitual, es una buena idea despertar interés sobre ese nuevo sitio en el niño, contándole historias y anécdotas, y dando un toque de aventura para que el pequeño se anime a sacar todo el partido de esta experiencia.
- Que pidamos ayuda a nuestros padres para que se queden con nuestro hijo no implica que tengan que ‘esclavizarse’. Como aconseja la psicóloga Laura García Agustín, hay que programar las jornadas para que los niños estén entretenidos y los abuelos no se saturen: talleres, campamentos urbanos, ludotecas, actividades infantiles organizadas por asociaciones, etc. son excelentes recursos para tales fines.