Precauciones al usar el transporte público durante el embarazo
Este artículo trata de:
Como veremos en el artículo de hoy, usar el transporte público tiene una serie de ventajas sobre el uso del vehículo privado. Sin embargo, sería conveniente que tomes una serie de precauciones si viajas en transporte público durante el embarazo.
Índice de contenidos
Algunas precauciones al usar el transporte público embarazada
Si decides usar el transporte público durante tu embarazo, planificar el viaje con tiempo y escoger bien los horarios evitando las horas punta serán dos aspectos que contribuirán a protegerte a ti y a tu bebé.
Planifica tu viaje con antelación
Si debes coger el transporte público, procura salir de casa con tiempo. Ir corriendo a todos los sitios solamente servirá para aumentar tu estrés y subir tu tensión arterial. Es preferible ponerse el despertador unos minutos antes para ir más tranquila. Si debes dejar pasar un bus porque va demasiado lleno, o si puedes hacer parte del trayecto caminando despacio, será mejor para ti y para tu bebé.
Escoge los horarios
No siempre se puede evitar las horas punta. Por ejemplo, si aún estás trabajando y debes llegar a la oficina en tu horario habitual. Sin embargo, sí puedes elegir las citas médicas en horarios en los cuales el transporte no esté tan sobrecargado. De esta manera, tendrás más posibilidades de conseguir un asiento y de evitar los empujones y los apretujamientos tan temidos.
Procura llevar menos cosas
Si tienes que usar el transporte público estando embarazada, trata de no cargarte con más peso que el que llevas en la barriga. Utiliza una mochila en lugar de un bolso, y deja en casa todo lo que no sea absolutamente imprescindible. Lo mismo vale para más adelante, cuando debas viajar llevando a tu bebé.
Muy importante: comprende que sentarte es una necesidad
Algunas embarazadas no se atreven a pedir el asiento cuando viajan en transporte público, especialmente si no hay delimitados asientos reservados para ellas, ancianos u otras personas con movilidad reducida. Y hoy en día, con los smartphones, muchas personas tienen la excusa perfecta para abstraerse, hacerse los distraídos y no ofrecerte el lugar, incluso cuando tu barriga de embarazo es voluminosa e imposible de disimular.
Tú debes comprender mejor que nadie la importancia de viajar sentada: a medida que el bebé crece, está menos protegido por el líquido amniótico, y un golpe en la tripa o una caída podrían ser muy graves. Además, al estar más pesada es más fácil perder el equilibrio, especialmente porque tu centro de gravedad ha cambiado. Por eso, la mejor precaución que puedes tomar en el transporte público es hacer a un lado la vergüenza y pedir en voz alta que alguien te ceda el asiento en cuanto subes al vehículo, sin darle importancia a las miradas de reojo o los comentarios que puedas suscitar. Tú sabes que solo estás reclamando que se cumplan tus derechos para cuidar a tu bebé.
Algunas ventajas de usar transporte público
¿Usar transporte público o vehículo privado? Este es el eterno dilema. Aunque viajar en transporte público puede tener alguna incomodidad que no tendríamos si nos desplazamos en nuestro propio coche, creemos que las ventajas del transporte público son mayores que las desventajas. Estos son algunos de sus beneficios principales:
- Contamina menos: En un planeta cada vez más herido, la principal razón para usar el transporte público debería ser que contamina menos, puesto que se emite menos CO2 por pasajero. Esto a su vez repercutirá en la salud de las personas que respiran el aire contaminado de las ciudades. En este sentido, el tren es uno de los medios de transporte que menos contaminan.
- Menos contaminación acústica: No solo la contaminación del aire, el uso del transporte público repercutirá también en una reducción de la contaminación acústica que generan los miles de coches que circulan cada día por nuestras ciudades.
- Menos atascos en las ciudades: La ecuación es sencilla: cuantas más personas se desplacen en transporte público, menos lo harán en coches particulares, lo que a su vez derivará en menos atascos en las ciudades y menso estrés.
- Ciudades más habitables: Menos contaminación del aire, menos contaminación acústica y menos atascos es igual a ciudades más habitables y a más zonas peatonales y ajardinadas.
- Reducción del tiempo en el desplazamiento: Al utilizar el transporte público, la fiabilidad de llegar a nuestro lugar de destino a la hora es mayor que si cogemos vehículo privado, ya que en este último caso estaremos a expensas del tiempo que perdamos en los posibles atascos o buscando aparcamiento.
- Ahorro de dinero utilizando transporte público: aunque pueda parecer lo contrario, se calcula que el gasto de usar coche propio cuadruplica al gasto de viajar en transporte público. Entre los gastos que ocasiona el coche particular estarían el precio de compra del coche, seguros, ITV, aparcamiento, llenar el depósito, peajes en carreteras, averías, multas…
- Más seguro: Menos accidentes y más seguridad al utilizar en transporte público.
- Favorece la salud física y mental: Otra de las ventajas de usar el transporte público es que nos ayudará a aumentar la actividad física, lo que a su vez repercutirá en que nos encontraremos más sanos. Además, nos estaremos alejando del estrés que provocan ciertas situaciones al volante, lo que será beneficioso para nuestra salud mental.
- Más tiempo para nosotros mismos: Por último, otra de las ventajas de viajar en transporte público es que podemos aprovechar para realizar otras actividades que nos gusten como leer, escuchar música, utilizar el móvil…
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