¿Se puede montar en bici durante el embarazo?

Cuando te encuentres en los primeros estadios del embarazo, siempre que tu médico no diga lo contrario, montar en bici es beneficioso. Además de las ventajas antes comentadas, el ciclismo suave urbano te permite fortalecer el tren inferior y te ayuda a mantener el tono cardiovascular.

Una vez que el proceso de gestación avanza y, con él, los cambios que se producen en tu físico, tu centro de gravedad variará, lo que hará más complejo mantener el equilibrio sobre una bici y, además, te quitará gran parte de tu libertad de movimiento. Las alteraciones hormonales a las que estarás sujeta por el natural proceso de crecimiento del bebé también harán que te resulte más complejo montar en bicicleta.

En este sentido, tanto el ciclismo como cualquier actividad física en la que el equilibrio entre en juego quedan descartadas para los últimos meses del embarazo. Una vez que las primeras semanas después de haber certificado hayan pasado, desaparezca el riesgo de sufrir un aborto espontáneo y así lo permita nuestro médico, el ciclismo si es preceptivo durante algunos meses.

No en vano, el ciclismo es una de las actividades físicas en las que la relación tiempo-calorías es más ventajosa. Eso sí, si vas a montar en bici estando embarazada debes seguir una serie de recomendaciones básicas:

• Beber de manera suficiente antes, durante y después del ejercicio
• salir siempre en compañía de otra persona
• usar protecciones (casco, coderas…) y ropa cómoda, pero no tan suelta para que se enganche en las ruedas o los pedales
• haz uso de los carriles-bici habilitados.

Si no puedes salir al aire libre, un buen ‘plan B’ es que te hagas con una bici estática para casa. Si te da pereza, piensa que media hora de estática a ritmo perfectamente asequible te permite quemar en torno a 120 calorías.

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