Con los abuelos en verano
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Todos los años sucede lo mismo. Para los pequeños, el fin del curso escolar y la llegada de las vacaciones de verano es sinónimo de diversión, de tener mucho tiempo libre, de pasar largos ratos con los amigos, de acostarse más tarde, de jugar y jugar sin importarles el tiempo… Sin embargo, para muchos padres la llegada de las vacaciones de verano es sinónimo de una preocupación: ¿Cómo conciliar el cuidado de los niños y el trabajo? Es en ese momento cuando surge la figura de los abuelos que se quedan en verano al cuidado de los nietos.
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Aspectos para tener en cuenta cuando los abuelos se quedan al cuidado de los nietos
Muchos niños pasarán con los abuelos bastantes días en el verano. Sin embargo, esta relación entre abuelos y nietos en verano puede ser muy beneficiosa para ambos. ¡No dejemos que la culpa nos invada a nosotros, los padres! He aquí algunas claves para sacar el mayor provecho de estos días en los que los abuelos quedan al cuidado de los nietos.
- Abuelos y nietos pueden pasárselo en grande juntos: Verás que tu pequeño casi no tendrá tiempo para echaros de menos y, por el contrario, fortalecerá los lazos de afecto con sus abuelitos.
- Acuerdo con el niño: Es importante que tu hijo esté de acuerdo en pasar esos días fuera de casa y que no lo sienta como una imposición. Tampoco es conveniente alejarlo de casa en determinadas circunstancias, por ejemplo, si acaba de tener un hermanito o si está enfermo o convaleciente.
- Estudiar en verano: Si los niños tienen que hacer deberes o estudiar durante el verano, son los padres los que deberían hablar con el niño y marcar los horarios y el tiempo que debe dedicar a estas tareas cuando se queda en verano con los abuelos, quienes estarían solo para supervisar que los horarios marcados se cumplen.
- Acuerdo con los abuelos: Por otro lado, también los abuelos deben estar de acuerdo en pasar tanto tiempo al cuidado de los nietos. Deberían verlo como un plan divertido, y no como una carga que los agobia. Es posible que algunos de ellos lleven todo el curso escolar al cuidado de los nietos y tenemos que comprender que ellos, al igual que los demás, también necesitan unos días de descanso y de desconexión. Asegúrate de conversar con ellos a solas para asegurarte de que existe un consenso.
- Descubrir nuevos lugares: Si los abuelos viven en una localidad distinta a nuestro domicilio habitual, es una buena idea despertar interés sobre ese nuevo sitio en el niño, contándole historias y anécdotas, y dando un toque de aventura para que el pequeño se anime a sacar todo el partido de esta experiencia.
Los dichosos límites en la relación entre abuelos y nietos
Los padres están para educar, los abuelos para mimar. Eso dicen todos, pero ¿qué ocurre con los límites cuando el niño pasa tantos días al cuidado de los abuelos? Es importante que conversemos con ellos para transmitirles las indicaciones más importantes, referidas a alimentación, sueño, higiene, etc. Pero a la vez, la clave está en relajarnos y ser flexibles.
Después de todo, los abuelos también tienen que sentirse cómodos al cuidado de sus nietos. Si algunas noches los niños se acuestan más tarde, ¿qué más da? Como tampoco va a dañarlos comer algún día dulces en lugar de fruta en la merienda. Los abuelos, tras muchos días haciéndose cargo del niño, necesitan poder disponer de un poco de manga ancha y que la relación con el pequeño no se convierta en un tira y afloja. Una vez en casa, serán los padres quienes tienen que hablar con el niño y ponerle los límites que consideren necesarios.
Ideas para compartir actividades
¡Hay un sinfín de cosas divertidas que los abuelos y los nietos pueden hacer juntos! Desde pasar tardes de juego al aire libre en la playa o la piscina, hasta aprender unos de otros: los niños pueden enseñarles a los abuelos a jugar videojuegos; los mayores pueden enseñarles a cocinar o a jugar tradicionales juegos de mesa. Se pueden contar historias, ver fotografías, disfrazarse, compartir anécdotas y secretos… Seguramente, los lazos de afecto entre abuelos y nietos resulten fortalecidos después de unas agradables vacaciones compartidas. Pasar el tiempo con sus abuelos les reporta a los niños muchos beneficios. Y también nuestros mayores salen favorecidos: se sienten útiles y reciben y dan amor a raudales.