Si el niño se cae

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21/12/2021 - Tiempo de lectura 2 mins
caidas de los ninos

Si hablamos de caídas en niños, hay que tener presente que el tipo de caída depende de la edad. Los niños pequeños se caen a menudo por las escaleras, de la cama, de la mesa y sobre todo de los columpios.

Las lesiones en accidentes por caídas comprenden sobre todo conmoción cerebral, contusiones cerebrales, contusiones y esguinces, así como fracturas de huesos y lesiones superficiales de la piel. En caídas desde alturas se producen más conmociones cerebrales y fracturas. Las consecuencias de este tipo de caídas las debería examinar y tratar siempre un médico, en muchas ocasiones es necesario acudir a un hospital.

Los niños se dan muchos golpes en la cabeza, pero normalmente no tienen consecuencias graves, en esos casos, el niño tendrá sólo un chichón. Ponle hielo encima y asegúrate de que se comporta bien en las horas y días siguientes.

 

Qué hacer en caso de caídas en niños

Necesitas ayuda inmediata, cuando:

  • las pupilas de los ojos tienen tamaños diferentes;
  • el niño ha perdido el conocimiento;
  • sangra por la nariz, las orejas o la boca;
  • vomita varias veces después de la caída.
    .
En caso de lesiones de huesos o articulaciones hay que tranquilizar al niño e intentar inmovilizar la zona afectada y mantenerla caliente. Llama inmediatamente a una ambulancia. 

 

Las lesiones interiores (sobre todo en la tripita) suceden a menudo, cuando el niño se ha caído encima de un objeto. Por ejemplo, en niños más grandes se pueden producir cuando el niño se ha caído encima del manillar de la bicicleta. Desde fuera no se ve nada, pero en el interior pueden estar dañados el bazo, el hígado, el páncreas o los riñones. A menudo se producen hemorragias, que exigen una operación inmediata. Un niño con una lesión de este tipo debería ser examinado y observado durante 24 horas en un hospital.

 

“Nunca olvidaré cuando se cayó León con 9 meses del carrito y sangraba un poco por la boca. Simplemente se había mordido el labio, pero cómo mi hijo se quedó dormido después de pasarse un buen rato llorando, me lo estuve echando en cara durante días. Parece ser que me había asustado yo más que mi hijo.”
Fátima (30)

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