Cómo saber si tu bebé tiene frío

En sus primeros meses, el sistema de termorregulación del bebé y su flujo sanguíneo, aún no están maduros, por lo que le resulta más complejo mantener su cuerpecito a la temperatura adecuada. Hoy vamos a darte una serie de consejos para que el bebé no se quede frío.

Termómetros naturales

Cuello (especialmente), pies y manos. Estas tres partes del cuerpo del bebé, sobre todo la primera, te ayudarán a determinar si el bebé tiene frío o no. También puedes fijarte en sus mejillas. Si han perdido el tono rosadito habitual, debes abrigarlo más. Obviamente, si se muestra inquieto o llora más de lo habitual, una de las razones pueda ser que no se siente cómodo con la temperatura.

Ten en cuenta que zonas como la cabecita, el cuello, las manos y los pies tienden a estar más desprotegidas y a perder más calor por lo que, especialmente si vas a salir a la calle, has de protegerlas sobremanera. Del mismo modo, las digestiones son un momento bastante crítico. Por eso, una vez que haya comido, cubre a tu bebé con una mantita, prestando especial atención a la zona del estómago.

Prendas de abrigo en orden ascendente

Para evitar el frío, lo mejor es que vistas al bebé con varias capas de ropa, en orden ascendente, es decir, de más ligeras a más ‘contundentes’. Así, si el bebé tiene calor, o si pasas de estar fuera al interior, basta con que retires una de esas capas para que la pequeña o el pequeño no experimenten un choque térmico.

En general, por las razones que te mostrábamos antes, has de tener en cuenta que los bebés necesitan una capa más (ojo, esto no es una ley inamovible) de ropa de abrigo que los adultos, en idénticas situaciones de frío.