La punción del cordón umbilical

La punción del cordón umbilical se realiza cuando, habiendo realizado ya algunas exploraciones al feto, es necesaria alguna prueba más para descartar o confirmar algunas sospechas.

Algunas de las hipótesis a descartar con esta prueba son varias. Una de las más importantes es cuando hay alguna sospecha de que la madre y el hijo tengan una incompatibilidad sanguínea. Así mismo, se tienden a descartar la posibilidad de infecciones durante el embarazo. También se controlan los posibles casos de anemia que se pueden dar en el niño. Con esta prueba se se confirman o descartan posibles fallos en el metabolismo del niño. Por último, se realizará una punción del cordón umbilical en caso de anomalías durante la ecografía realizada para el análisis de fallos cormosómicos.

Así mismo, se pueden dar casos de algunas enfermedades del niño. En este caso, el procedimiento se utiliza para hacer transfusiones al feto o introducir medicamentos en la circulación sanguínea del niño.

Se puede realizar una punción del cordón umbilical por motivos de diagnóstico o terapéuticos a partir de la semana 18 de embarazo.

El examen de células del líquido amniótico, del tejido de la placenta y de la sangre del niño, sigue siendo la única manera de detectar, con gran seguridad, muchos trastornos cromosómicos y defectos genéticos (pero no todos).