No hace falta cargar el maletero hasta los topes, es mejor pensar muy bien lo que podemos necesitar y ser eficientes. Lo mejor es informarse de las cosas de las que dispondremos en nuestro destino: en muchos hoteles, por ejemplo, hay tronas para el bebé e incluso cunas. Después, hagamos una lista. Así no olvidaremos nada esencial y también podremos valorar qué cosas son innecesarias.
Te ayudamos con ideas clave:
- Capazo o cuna de viaje. Debemos asegurarnos de que plegada nos cabe en el maletero.
- Objeto de consuelo: imprescindible si lo necesita para conciliar el sueño y sentirse más tranquilo.
- Coche o sillita de paseo: ocupa mucho espacio y seguro que nos da pereza, pero lo vamos a necesitar si no queremos cargar todo el día con nuestro hijo en brazos o en la mochila portabebés.
- Ropa: no hay que pasarse, pero recuerda que los bebés se manchan bastante.
- Una bañerita hinchable o palangana de plástico. Cambiador plegable y unos pocos pañales (en el lugar de destino puedes comprar más), gel, crema, toallitas…
- Cartilla de la Seguridad Social del bebé, o tarjeta del seguro sanitario si lo tenemos.
- Un pequeño botiquín.
Otra recomendación práctica es no mezclar el equipaje del bebé con el del resto de la familia. Seguramente iremos hasta arriba de cosas, y el tenerlo separado nos hará más fácil encontrar lo que necesitemos.
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