Celebra el Día Mundial de la Ciencia experimentando con tus hijos
Aunque si nos hablan de un científico nos imaginaremos a alguien con una bata blanca, todos los papás tenemos un pequeño científico en casa. Desde que son capaces, los niños utilizan la experimentación para comprender el mundo y ese probar y asombrarse de sus descubrimientos no es más que la base del conocimiento científico. Cuando son bebés se dedicarán a tirar todo objeto que caiga en sus manos, llenar y vaciar recipientes de agua, tocar cosas frías y calientes… y cuando ya son más mayorcitos podemos estimularles con estos sencillos experimentos que les encantaran.
Índice de contenidos
Volcán en casa
Necesitarás:
- Un vaso con agua
- Una aspirina
- Aceite vegetal
- Colorante
Primero hay que llenar el vaso un poco menos de la mitad. Después se añade el aceite hasta llenar el vaso con cuidado, dejándolo resbalar por una de las paredes del recipiente para que no se formen demasiadas burbujas en la parte que hace contacto con el agua. Aquí señalaremos que el aceite y el agua no se mezclan. Después, añadimos unas gotas de colorante y removemos con cuidado. Ahora solo falta añadir una aspirina para que se forme un volcán en erupción en nuestro propio salón (no salpica). Para darle más emoción al momento, podemos colocar un móvil o cualquier fuente de luz en la parte de abajo y apagar las luces.
El huevo mágico
Necesitarás:
- Un huevo
- Un bote de cristal con tapa
- Vinagre
Solo hay que llenar el bote con vinagre, introducir el huevo y cerrarlo bien. Al instante veremos cómo la cáscara se llena de burbujas; así es como empieza la reacción química que disuelve la cáscara del huevo haciendo que la superficie exterior se endurezca y adquiera una textura gomosa. 48 horas después ya podemos sacar (con cuidado) el huevo del frasco y dejarlo caer sobre la mesa… ¡Rebota! Cuidado de no lanzarlo demasiado fuerte, ya que la parte interior sigue siendo líquida y puede romperse.
El globo que se hincha solo
Necesitarás
- Unos globos
- Una botella de plástico de 1l. ó 1,5l.
- Una cucharadita
- Un embudo
- Vinagre
- Bicarbonato de sodio
Comenzamos vertiendo vinagre en la botella hasta llenar un tercio de la misma. Después, a través del embudo, añadimos 2 o 3 cucharaditas de bicarbonato. Al colocar un globo en la boca de la botella veremos cómo empieza a hincharse mágicamente. Este globo no podrá flotar por sí mismo, pero podemos hacer que se “pegue” al techo frotándolo contra cualquier tela sintética. La explicación es que la interacción del bicarbonato con el ácido del vinagre libera el dióxido de carbono que llena el globo y el hecho de que se quede pegado en el techo es por la electricidad estática.